Mucho trabajo

Al terminar su tercer viaje misionero, Pablo, que iba camino a Jerusalén, se detuvo en el puerto de Mileto, donde se reunió con los ancianos de la iglesia de Éfeso. Pablo había vivido en Éfeso durante tres años, debatiendo en la sinagoga, enseñando en la escuela de Tirano, echando fuera demonios y sanando enfermos (Hechos 19:1-20:1). En Hechos 20, vemos la emotiva despedida de Pablo y los ancianos de Éfeso. Pablo sabe que le esperan grandes sufrimientos y que no volverán a verse; y los exhorta a mantenerse vigilantes, presentándose a sí mismo como un ejemplo a seguir.

Lea Hechos 20:28-35 y reflexione:

1. Al final de su mensaje de despedida, Pablo llama a los líderes a cuidar de sí mismos y de la iglesia como pastores que protegen a su rebaño de peligrosos lobos. ¿Qué peligros le preocupaban especialmente? ¿Qué revela esta exhortación sobre el ambiente del ministerio en Éfeso?
2. En Hechos 19:9, vemos que Pablo enseñaba todos los días en la escuela de Tirano. Algunos manuscritos agregan “desde la quinta hora hasta la décima” (es decir, de 11 de la mañana a 4 de la tarde), lo cual significa que Pablo trabajaba en su oficio durante la mañana y dictaba sus clases públicas por la tarde. Según Hechos 20:31-35, ¿por qué Pablo trabajaba tanto?
3. Pablo les recordó a los ancianos que él se había mantenido a sí mismo (y a su equipo) con su trabajo como fabricante de tiendas. ¿Cuál era su actitud hacia el dinero y el trabajo?
4. La elite de los filósofos despreciaba el trabajo manual, pero aquí Pablo hace énfasis en su labor como artesano (ver también 1 Corintios 4:12, 1 Tesalonicenses 2:9, 2 Tesalonicenses 3:7-8). ¿Qué importancia tenía esto? ¿Qué ejemplo a seguir constituye para la iglesia de todo el mundo en la actualidad?