Cómo Superar La AnsiedadSample
Tres pasos
¿Qué es la ansiedad? La ansiedad se caracteriza por el miedo, la preocupación o el malestar. A veces, puede estar puramente asociada a nuestros pensamientos; pensamientos tales como: ¿Me pregunto qué estará pensando esa persona de mí?, ¿cómo voy a hacer esa tarea mañana? o ¿le gusto realmente a esa persona?. Otras veces, la ansiedad puede manifestarse en una sensación física: el estómago revuelto, la tensión en los hombros, una sensación de hormigueo.
Independientemente de cómo se manifieste la ansiedad, no es nada nuevo. Jesús habló sobre la preocupación y la ansiedad hace un par de miles de años. No se limitó a decir a la gente que no se preocupara, sino que le dio una respuesta a su ansiedad, recordándoles que Dios proveería para ellos y que podían confiar en Él.
Muchas personas experimentan ansiedad. Tienes que saber esto: No estás solo. Las cosas pueden mejorar. Puedes aprender a manejarla e incluso a superarla. Después de luchar con la ansiedad durante más de una década, he encontrado mucho alivio y libertad de la ansiedad con estos tres pasos:
1. Identifica por qué estás ansioso. La ansiedad es una señal del cerebro y del cuerpo que nos dice que hay algo que amenaza nuestro bienestar. Quizá temes el rechazo o el fracaso, o te preguntas cómo se va a desarrollar una situación. Debemos identificar qué es lo que desencadena nuestra ansiedad antes de poder averiguar cómo avanzar hacia una resolución.
2. Redirige tu pensamiento hacia el presente. Los problemas de mañana no son tuyos para resolverlos hoy. Dios quiere caminar contigo día a día. No dejes que tu mente divague catastróficamente, pensando en todos los peores pronósticos posibles. Permanece en el presente con tus pensamientos de hoy. Cuando surjan las preocupaciones futuras, obsérvalas y luego redirige suavemente tu pensamiento para estar presente donde estás.
3. Respira profunda y lentamente. Cuando nos ponemos ansiosos, nuestro cuerpo y nuestra mente están en un estado de lucha o huida. Dios nos creó como seres humanos plenamente integrados al ser espirituales, emocionales, físicos y relacionales. Podemos calmar nuestro cuerpo y nuestro cerebro respirando profundamente, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Haciendo esto una y otra vez durante varios minutos, lenta y profundamente, podemos encontrar alivio a la ansiedad e incluso sanidad.
Dios, cuando me sienta ansioso, ayúdame a confiar en Ti y a dar pasos concretos para que pueda para calmarme.
Scripture
About this Plan
La ansiedad puede ser debilitante, pero la historia no tiene que terminar así. Dios nos diseñó para que nuestro cerebro pueda ser reconfigurado. Podemos aprender a manejar la ansiedad e incluso superarla. En este plan devocional de tres días, Ben Bennett proporciona consejos prácticos para que las personas puedan enfrentar la ansiedad y el miedo.
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