El Espíritu Santo, Compañero De JesúsSample

El Espíritu Santo, compañero de Jesús

LA BLASFEMIA DEL ESPÍRITU SANTO

IDEAS BÁSICAS

• La obra de Jesús está bajo la unción del Espíritu Santo. La curación del ciego y mudo ciego es un signo profético del Mesías.

• Mientras que la gente corriente observa el cumplimiento de la profecía en la persona de Jesús, los líderes religiosos prefieren atribuir esta obra del Espíritu Santo a través de Jesús a Satanás, justificando así su intención de matarlo.

• Jesús se enfrenta a su hula y les dice que sin el Espíritu Santo no tienen forma de ser perdonados.

Cientos de años antes, el profeta Isaías dijo que el Mesías tendría un ministerio bajo la unción del Espíritu Santo y que, por tanto, daría vista a los ciegos, los mudos hablarían y los oprimidos por el Diablo serían liberados. Cuando Jesús cura al ciego y al mudo, la multitud identifica el cumplimiento de la profecía de Isaías y proclama que Él es el Mesías, el Hijo de David. Los líderes religiosos reconocen que el hombre curado estaba endemoniado, pero prefieren atribuir la curación a Satanás, no al Espíritu Santo. Así queda justificada su intención de matarlo. Atribuir intencionadamente a Satanás la obra del Espíritu Santo es blasfemar o burlarse del Espíritu Santo. Este pecado es imperdonable, porque quien blasfema del Espíritu Santo da la espalda al Espíritu Santo, Aquel que convence al hombre de su pecado, llevándolo al arrepentimiento. Por supuesto, Jesús pagó el precio de nuestros pecados al llevar el sacrificio sustitutivo por nosotros, pero sin el Espíritu Santo, solo, por sí mismo, el hombre no puede recibir la salvación por la fe. Así que Jesús está diciendo de hecho que el Espíritu Santo es el socio de Dios y de Jesús en la obra de perdonar y salvar al hombre pecador. Los cristianos de hoy tienen un impacto limitado en el mundo porque sus vidas no coinciden con sus palabras. Nuestras acciones diarias demuestran si sólo tenemos una afiliación religiosa o una relación viva con Dios al Jesucristo y el Espíritu Santo. Hoy no es demasiado tarde para ser obediente y obedecer al Espíritu Santo, quien te llevará a restaurar tu relación con el Padre Celestial, cambiará tu corazón y te capacitará para vivir verdaderamente para el Reino.