Amós, Un Profeta ImprobableSample

La gloria descenderá

El pasaje en Amós 9:11-15 revela un momento de esperanza y promesa de restauración para Israel, contrastando con el mensaje anterior de juicio y condenación pronunciado por el profeta Amós. En estos versículos finales del libro, Dios promete restaurar y bendecir a Su pueblo, demostrando Su fidelidad y amor incondicional a pesar de los pecados y transgresiones de Israel.

La promesa de restauración comienza con la reconstrucción de la "tienda caída de David", una referencia a la restauración de la dinastía y el reino de David, que había sido sacudido y debilitado. Dios promete levantar de nuevo el trono de David con justicia y rectitud, estableciendo un reino fuerte y duradero.

Además, la restauración abarca la bendición de la tierra, con cosechas abundantes y prosperidad agrícola. El pueblo de Israel será plantado firmemente en su propia tierra, sin ser expulsado ni sujeto a invasiones extranjeras. Dios promete que nunca más serán arrancados de la tierra que Él les ha dado.

Esta promesa de restauración y bendición destaca la fidelidad de Dios a Su pacto con Israel, incluso ante la infidelidad del pueblo. Revela el corazón compasivo y amoroso de Dios, que desea restaurar y bendecir a aquellos que se arrepienten y vuelven a Él.

Estos versículos finales de Amós nos recuerdan que el juicio de Dios no es el final de la historia. Él también es un Dios de restauración y renovación, ofreciendo esperanza y bendición a aquellos que buscan Su rostro. Esto subraya la importancia del arrepentimiento genuino y la confianza en la fidelidad de Dios, que siempre cumple Sus promesas y restaura a aquellos que lo buscan de todo corazón. Que confiemos en la promesa de restauración de Dios en nuestras propias vidas, buscando Su rostro y disfrutando de las bendiciones de Su presencia y amor incondicional.

Reflexión: Así como Dios prometió restauración a Israel, también nos promete restauración y renovación. Que podamos confiar en la promesa de Dios, permaneciendo fieles y preparados para recibir la gloria y la bendición que Él derrama sobre aquellos que lo buscan.

Oración Final:

Señor, gracias por usar a personas improbables como Amós para transmitir Tu mensaje. Que seamos como él, dispuestos a llevar el peso de Tu gloria e interceder por misericordia ante las adversidades. Capacítanos para vivir vidas de adoración genuina y justicia, reflejando Tu gloria a todos a nuestro alrededor. En el nombre de Jesús, amén.