Desde Siempre Y Para SiempreSample

LA ETERNIDAD EMPIEZA HOY

Introducción

El libro de Malaquías cierra el Antiguo Testamento con una voz que confronta, pero también llena de esperanza. Dios habla a un pueblo que vivía en rutina espiritual: corazones apagados, ofrendas sin pasión, y líderes distraídos. En ese contexto, Dios no guarda silencio. Habla con amor y verdad, recordándonos que la eternidad no empieza cuando morimos, sino cuando Él reina en nuestro corazón.

Reflexión

Malaquías 1 muestra una relación desgastada entre Dios y su pueblo. La gente preguntaba: "¿En qué hemos menospreciado tu nombre?" (1:6), mientras ofrecían sacrificios mediocres. Dios responde: "Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones." (1:14). Él no busca religiosidad vacía, sino corazones rendidos. No quiere lo que sobra, sino lo mejor de nuestra vida.

Pero si Dios corrige, es porque quiere restaurar. Su llamado no es para condenar, sino para despertar. Malaquías 3:17 da esperanza: “Y serán para mí especial tesoro… en el día en que yo actúe” (RVR1960). Dios distingue a los que le honran, incluso cuando parecen pocos. Él no olvida la fidelidad silenciosa ni la integridad en lo oculto. Para los jóvenes que creen que vivir para Dios hoy no cambia nada, Malaquías dice: sí importa. La eternidad empieza cuando decides vivir para Cristo.

El libro termina con una promesa: “...Nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación” (4:2 RVR1960). Esta profecía se cumplió en Jesús. Cuando Él nace en tu corazón, la eternidad comienza. No se trata solo del cielo futuro, sino de una transformación presente.

Aplicación

¿Y si la vida eterna comienza con cada decisión de obedecer a Dios hoy? No vivas como si la eternidad fuera lejana. Jesús ya vino. Entrégale lo mejor, sírvele con pasión. Dios no olvida a los que le temen. La eternidad ya empezó.