℗ Hosanna y Sociedades Bíblicas Unidas, 2005

Spanish - Dios Habla Hoy 2005 (Drama NT)

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 <div class="chapter ch21" data-usfm="LUK.21">
 <div class="label">21</div><div class="s1">La ofrenda de la viuda pobre</div><div class="r">(Mc 12.41-44)</div><div class="p"> 1Jes&#250;s estaba viendo a los ricos echar dinero en los cofres de las ofrendas,#21.1 Cofres de las ofrendas: V&#233;ase Mc 12.41&#160;n. 2y vio tambi&#233;n a una viuda pobre que echaba dos moneditas de cobre.#21.2 Moneditas de cobre: V&#233;ase Mc 12.42&#160;n. 3Entonces dijo:</div><div class="p">&#8212;De veras les digo que esta viuda pobre ha dado m&#225;s que todos; 4pues todos dan ofrendas de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que ten&#237;a para vivir.#21.3-4 Cf. 2&#160;Co 8.12.</div><div class="s1">Jes&#250;s anuncia que el templo ser&#225; destruido</div><div class="r">(Mt 24.1-2; Mc 13.1-2)</div><div class="p"> 5Algunos estaban hablando del templo, de la belleza de sus piedras y de las ofrendas votivas que lo adornaban.#21.5 La fachada del templo era de m&#225;rmol, adornada con objetos preciosos ofrecidos a Dios, entre ellos una gran vid de oro encima de la puerta, donada por Herodes el Grande. V&#233;ase Mc 13.1&#160;n. Jes&#250;s dijo:</div><div class="p"> 6&#8212;Vendr&#225;n d&#237;as en que de todo esto que ustedes est&#225;n viendo no quedar&#225; ni una piedra sobre otra. Todo ser&#225; destruido.#21.6 Jerusal&#233;n fue destruida por el ej&#233;rcito romano en el a&#241;o 70 d.C. En este cap. se hace referencia en parte a dicho acontecimiento y en parte al regreso del Hijo del hombre y al fin del mundo.</div><div class="s1">Se&#241;ales antes del fin</div><div class="r">(Mt 24.3-28; Mc 13.3-23)</div><div class="p"> 7Entonces le preguntaron:</div><div class="p">&#8212;Maestro, &#191;cu&#225;ndo va a ocurrir esto? &#191;Cu&#225;l ser&#225; la se&#241;al de que estas cosas ya est&#225;n a punto de suceder?</div><div class="p"> 8Jes&#250;s contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Tengan cuidado para no dejarse enga&#241;ar. Porque vendr&#225;n muchos haci&#233;ndose pasar por m&#237;. Dir&#225;n: &#8220;Yo soy&#8221;, y &#8220;Ahora es el tiempo.&#8221; Pero ustedes no los sigan.#21.8 Mc 13.21; Lc 17.23; cf. 1&#160;Jn 2.18. 9Y cuando tengan noticias de guerras y revoluciones, no se asusten, pues esto tiene que ocurrir primero; sin embargo, a&#250;n no habr&#225; llegado el fin.</div><div class="p"> 10Sigui&#243; dici&#233;ndoles:</div><div class="p">&#8212;Una naci&#243;n pelear&#225; contra otra y un pa&#237;s har&#225; guerra contra otro. 11Habr&#225; grandes terremotos, y hambres y enfermedades en diferentes lugares, y en el cielo se ver&#225;n cosas espantosas y grandes se&#241;ales.#21.9-11 Cf. Is 19.2; Ap 6.3-8,12-17.</div><div class="p"> 12&#187;Pero antes de esto, a ustedes les echar&#225;n mano y los perseguir&#225;n. Los llevar&#225;n a juzgar en las sinagogas, los meter&#225;n en la c&#225;rcel y los presentar&#225;n ante reyes y gobernadores por causa m&#237;a.#Mt 10.17-18. 13As&#237; tendr&#225;n oportunidad de dar testimonio de m&#237;. 14H&#225;ganse el prop&#243;sito de no preparar de antemano su defensa, 15porque yo les dar&#233; palabras tan llenas de sabidur&#237;a que ninguno de sus enemigos podr&#225; resistirlos ni contradecirlos en nada.#21.14-15 Mt 10.19-20; Mc 13.9-11; Lc 12.11-12. 16Pero ustedes ser&#225;n traicionados incluso por sus padres, sus hermanos, sus parientes y sus amigos.#21.16 Mt 10.21; Mc 13.12; Lc 12.52-53. A algunos de ustedes los matar&#225;n, 17y todo el mundo los odiar&#225; por causa m&#237;a;#Mt 10.22; Jn 15.18-25. 18pero no se perder&#225; ni un cabello de su cabeza.#21.18 Expresi&#243;n proverbial (cf. Hch 27.34). 19&#161;Mant&#233;nganse firmes, para poder salvarse!</div><div class="p"> 20&#187;Cuando vean a Jerusal&#233;n rodeada de ej&#233;rcitos, sepan que pronto ser&#225; destruida. 21Entonces, los que est&#233;n en Judea, que huyan a las monta&#241;as; los que est&#233;n en Jerusal&#233;n, que salgan de la ciudad, y los que est&#233;n en el campo, que no regresen a ella. 22Porque ser&#225;n d&#237;as de castigo,#Os 9.7. en que se cumplir&#225; todo lo que dicen las Escrituras. 23&#161;Pobres mujeres aquellas que en tales d&#237;as est&#233;n embarazadas o tengan ni&#241;os de pecho! Porque habr&#225; mucho dolor en el pa&#237;s, y un castigo terrible contra este pueblo. 24Unos morir&#225;n a filo de espada y a otros los llevar&#225;n prisioneros por todas las naciones; y los paganos pisotear&#225;n a Jerusal&#233;n hasta que se cumpla el tiempo que les ha sido se&#241;alado.#21.24 Is 63.18; Dn 8.13; Ap 11.2.</div><div class="s1">El regreso del Hijo del hombre</div><div class="r">(Mt 24.29-35,42-44; Mc 13.24-37)</div><div class="p"> 25&#187;Habr&#225; se&#241;ales en el sol, en la luna y en las estrellas;#21.25 Is 13.10; Ez 32.7; Jl 2.10; 2.31&#160;(3.4); Sof 1.15; Sab 5.22; Ap 6.12-13. y en la tierra las naciones estar&#225;n confusas y se asustar&#225;n por el terrible ruido del mar y de las olas. 26La gente se desmayar&#225; de miedo al pensar en lo que va a sucederle al mundo; pues hasta las fuerzas celestiales ser&#225;n sacudidas.#21.26 Fuerzas celestiales: los astros, a los que se consideraba bajo el dominio de potencias espirituales. 27Entonces se ver&#225; al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria.#21.27 Dn 7.13; Mt 16.27; 26.64; Ap 1.7; cf. 1&#160;Ts 4.13-18. 28Cuando comiencen a suceder estas cosas, an&#237;mense y levanten la cabeza, porque muy pronto ser&#225;n libertados.</div><div class="p"> 29Tambi&#233;n les puso esta comparaci&#243;n:</div><div class="p">&#8212;F&#237;jense en la higuera, o en cualquier otro &#225;rbol. 30Cuando ven que brotan las hojas, se dan cuenta ustedes de que ya est&#225; cerca el verano. 31De la misma manera, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios ya est&#225; cerca.</div><div class="p"> 32&#187;Les aseguro que todo esto suceder&#225; antes que muera la gente de este tiempo. 33El cielo y la tierra dejar&#225;n de existir, pero mis palabras no dejar&#225;n de cumplirse.</div><div class="p"> 34&#187;Tengan cuidado y no dejen que sus corazones se hagan insensibles por los vicios, las borracheras y las preocupaciones de esta vida, para que aquel d&#237;a no caiga de pronto sobre ustedes 35como una trampa. Porque vendr&#225; sobre todos los habitantes de la tierra. 36Est&#233;n ustedes preparados, orando en todo tiempo,#21.36 Orando en todo tiempo: V&#233;ase Lc 18.1&#160;n. para que puedan escapar de todas estas cosas que van a suceder y para que puedan presentarse delante del Hijo del hombre.&#187;</div><div class="p"> 37Jes&#250;s ense&#241;aba de d&#237;a en el templo,#21.37 Lc 19.47; 22.53; Jn 18.20. y de noche se quedaba en el monte que se llama de los Olivos. 38Y toda la gente iba temprano al templo a o&#237;rlo.</div>
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.

Jesús estaba viendo a los ricos echar dinero en los cofres de las ofrendas, y vio también a una viuda pobre que echaba dos moneditas de cobre. Entonces dijo:
—De veras les digo que esta viuda pobre ha dado más que todos; pues todos dan ofrendas de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir.


Algunos estaban hablando del templo, de la belleza de sus piedras y de las ofrendas votivas que lo adornaban. Jesús dijo:
—Vendrán días en que de todo esto que ustedes están viendo no quedará ni una piedra sobre otra. Todo será destruido.


Entonces le preguntaron:
—Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto? ¿Cuál será la señal de que estas cosas ya están a punto de suceder?
Jesús contestó:
—Tengan cuidado para no dejarse engañar. Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí. Dirán: “Yo soy”, y “Ahora es el tiempo.” Pero ustedes no los sigan. Y cuando tengan noticias de guerras y revoluciones, no se asusten, pues esto tiene que ocurrir primero; sin embargo, aún no habrá llegado el fin.
Siguió diciéndoles:
—Una nación peleará contra otra y un país hará guerra contra otro. Habrá grandes terremotos, y hambres y enfermedades en diferentes lugares, y en el cielo se verán cosas espantosas y grandes señales.
»Pero antes de esto, a ustedes les echarán mano y los perseguirán. Los llevarán a juzgar en las sinagogas, los meterán en la cárcel y los presentarán ante reyes y gobernadores por causa mía. Así tendrán oportunidad de dar testimonio de mí. Háganse el propósito de no preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras tan llenas de sabiduría que ninguno de sus enemigos podrá resistirlos ni contradecirlos en nada. Pero ustedes serán traicionados incluso por sus padres, sus hermanos, sus parientes y sus amigos. A algunos de ustedes los matarán, y todo el mundo los odiará por causa mía; pero no se perderá ni un cabello de su cabeza. ¡Manténganse firmes, para poder salvarse!
»Cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan que pronto será destruida. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a las montañas; los que estén en Jerusalén, que salgan de la ciudad, y los que estén en el campo, que no regresen a ella. Porque serán días de castigo, en que se cumplirá todo lo que dicen las Escrituras. ¡Pobres mujeres aquellas que en tales días estén embarazadas o tengan niños de pecho! Porque habrá mucho dolor en el país, y un castigo terrible contra este pueblo. Unos morirán a filo de espada y a otros los llevarán prisioneros por todas las naciones; y los paganos pisotearán a Jerusalén hasta que se cumpla el tiempo que les ha sido señalado.


»Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra las naciones estarán confusas y se asustarán por el terrible ruido del mar y de las olas. La gente se desmayará de miedo al pensar en lo que va a sucederle al mundo; pues hasta las fuerzas celestiales serán sacudidas. Entonces se verá al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria. Cuando comiencen a suceder estas cosas, anímense y levanten la cabeza, porque muy pronto serán libertados.
También les puso esta comparación:
—Fíjense en la higuera, o en cualquier otro árbol. Cuando ven que brotan las hojas, se dan cuenta ustedes de que ya está cerca el verano. De la misma manera, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios ya está cerca.
»Les aseguro que todo esto sucederá antes que muera la gente de este tiempo. El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras no dejarán de cumplirse.
»Tengan cuidado y no dejen que sus corazones se hagan insensibles por los vicios, las borracheras y las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no caiga de pronto sobre ustedes como una trampa. Porque vendrá sobre todos los habitantes de la tierra. Estén ustedes preparados, orando en todo tiempo, para que puedan escapar de todas estas cosas que van a suceder y para que puedan presentarse delante del Hijo del hombre.»
Jesús enseñaba de día en el templo, y de noche se quedaba en el monte que se llama de los Olivos. Y toda la gente iba temprano al templo a oírlo.

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