1 CORINTIOS 2
2
El mensaje acerca de Cristo crucificado
1Yo, hermanos, cuando fui a hablaros del designio secreto de Dios no lo hice con palabras cultas y elevadas. 2Entre vosotros no quise saber de otra cosa que de Jesucristo y, más exactamente, de Jesucristo crucificado.#2.1-2 Gl 6.14. Véase 1 Co 1.23 n. 3Me presenté ante vosotros débil y temblando de miedo,#2.3 Cf. Hch 18.1-18. 4y cuando os hablé y os prediqué el mensaje no utilicé palabras cultas#2.4 Palabras cultas: Algunos mss. dicen palabras de sabiduría humana. para convenceros. Al contrario, os convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios,#2.4 Cf. 1 Ts 1.5. 5para que vuestra fe dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres.
La revelación de Dios por medio del Espíritu
6Sin embargo, entre los que ya han alcanzado la madurez en la fe utilizamos el lenguaje de la sabiduría. Pero no de la sabiduría propia de este mundo y de quienes lo gobiernan,#2.6 Parece referirse a potencias espirituales malignas (cf. Ef 6.12; 1 Jn 5.19). Otros lo refieren a los gobernantes humanos que, como instrumentos de aquellas, habían condenado y crucificado a Jesús (v. 8). que pronto van a desaparecer. 7Se trata más bien de la sabiduría secreta de Dios, del secreto designio que Dios, desde antes de crear el mundo,#2.7 Ro 16.25; Col 1.26. Secreto designio: Véase Índice temático. ha dispuesto para nuestra gloria. 8Eso no lo han entendido los gobernantes de este mundo, pues si lo hubieran entendido no habrían crucificado al Señor de la gloria.#2.8 El Señor de la gloria: o el glorioso Señor; Stg 2.1; cf. Sal 24.7. En el AT, la gloria es señal de la manifestación de Dios (Ex 24.16; 40.35; 1 R 8.10-11). 9Pero, como se dice en la Escritura:
“Dios ha preparado para los que le aman
cosas que nadie ha visto ni oído
y ni siquiera pensado.”#2.9 Cita de Is 64.4 combinado con Jer 3.16. Cf. Eclo 1.10.
10Estas son las cosas que Dios nos ha manifestado por medio del Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las cosas más profundas de Dios.
11¿Quién entre los hombres puede saber lo que hay en el corazón del hombre, sino el espíritu que está en el interior del hombre? De la misma manera, solamente el Espíritu de Dios sabe lo que hay en Dios.#2.11 Cf. Sab 9.17, y también Mt 11.27; Lc 10.22. 12Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos las cosas que Dios en su bondad nos ha dado.#2.12 Cf. Jn 16.13-14. 13Hablamos de estas cosas con palabras que el Espíritu de Dios nos ha enseñado, y no con palabras que hayamos aprendido por nuestra propia sabiduría. Y así explicamos las cosas espirituales con términos espirituales.#2.13 Cf. v. 4. Explicamos... con términos espirituales: otra posible traducción: explicamos las cosas espirituales a los que son espirituales.
14El que no es espiritual#2.14 El que no es espiritual: o el que es natural (en contraste con el que es espiritual; véase 2.15 n.). no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son tonterías. Y tampoco las puede entender, porque son cosas que tienen que juzgarse espiritualmente.#2.14 Jn 8.47; 14.17. 15En cambio, aquel que tiene el Espíritu puede juzgar todas las cosas y nadie puede juzgarlo a él.#2.15 1 Jn 2.20. Que tiene el Espíritu: otra posible traducción: que es espiritual. 16Pues las Escrituras dicen: “¿Quién conoce la mente del Señor? ¿Quién podrá instruirle?”#2.16 Is 40.13; cf. Ro 11.34. Sin embargo, nosotros tenemos la mente de Cristo.
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Sociedad Bíblica de España