2 Tesalonicenses 3:8-18
2 Tesalonicenses 3:8-18 NVI
ni comimos el pan de nadie sin pagarlo. Al contrario, día y noche trabajamos arduamente y sin descanso para no ser una carga a ninguno de vosotros. Y lo hicimos así no porque no tuviéramos derecho a tal ayuda, sino para daros buen ejemplo. Porque, incluso cuando estábamos con vosotros, os ordenamos: «El que no quiera trabajar, que tampoco coma». Nos hemos enterado de que entre vosotros hay algunos que andan haciendo el vago, sin trabajar en nada, y que solo se meten en lo que no les importa. A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo que tranquilamente se pongan a trabajar para ganarse la vida. Hermanos, no os canséis de hacer el bien. Si alguno no obedece las instrucciones que os damos en esta carta, denunciadlo públicamente y no os relacionéis con él, para que se avergüence. Sin embargo, no lo tengáis por enemigo, sino amonestadlo como a hermano. Que el Señor de paz os conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos vosotros. Yo, Pablo, escribo este saludo de mi puño y letra. Esta es la señal distintiva de todas mis cartas; así escribo yo. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros.