Job 19:8-25
Job 19:8-25 NVI
Dios me ha cerrado el camino, y no puedo pasar; ha cubierto de oscuridad mis senderos. Me ha despojado de toda honra; de la cabeza me ha quitado la corona. Por todos lados me destroza, como a un árbol; me aniquila, y arranca de raíz mi esperanza. Su enojo se ha encendido contra mí; me cuenta entre sus enemigos. Sus tropas avanzan en tropel; levantan una rampa para asediarme; ¡acampan alrededor de mi tienda! »Hizo que mis hermanos me abandonaran; hasta mis amigos se han alejado de mí. Mis parientes y conocidos se distanciaron, me echaron al olvido. Mis huéspedes y mis criadas me ven como a un extraño, me miran como a un desconocido. Llamo a mi criado, y no me responde, aunque yo mismo se lo ruego. A mi esposa le da asco mi aliento; a mis hermanos les resulto repugnante. Hasta los niños me desprecian; en cuanto me ven, se burlan de mí. A todos mis amigos les resulto abominable; mis seres queridos se han vuelto contra mí. La piel y la carne se me pegan a los huesos; ¡a duras penas he salvado el pellejo! »¡Compadeceos de mí, amigos míos; compadeceos, que la mano de Dios me ha golpeado! ¿Por qué me acosáis como Dios? ¿No os basta con desollarme vivo? »¡Ah, si fueran grabadas mis palabras, si quedaran escritas en un libro! ¡Si para siempre quedaran sobre la roca, grabadas con cincel de hierro sobre plomo! Yo sé que mi redentor vive, y que al final triunfará sobre la muerte.