LEVÍTICO 25:1-22
LEVÍTICO 25:1-22 RV2020
El Señor dijo a Moisés en el monte Sinaí: —Habla a los hijos de Israel: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra deberá reposar en honor del Señor. Seis años sembrarás tus terrenos, seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos. Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para el Señor; no sembrarás tus terrenos ni podarás tu viña. No cosecharás lo que de por sí nazca en tu tierra segada, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás; año de reposo será para la tierra. Aun en descanso, la tierra te dará de comer a ti, a tu esclavo, a tu esclava, a tu criado y al extranjero que habite contigo. También a tu animal y a la bestia que haya en tu tierra servirán de alimento todos sus frutos. Contarás siete semanas de años, es decir, siete veces siete, de modo que las siete semanas de años den un total de cuarenta y nueve años. Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el séptimo mes; el día diez del mes —el día de la expiación— haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra. El año cincuenta será declarado año sagrado, y pregonaréis libertad en el país a todos sus habitantes. Ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia. El año cincuenta os será de jubileo; no sembraréis, ni cosecharéis lo que nazca de por sí en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos, porque es el jubileo: santo será para vosotros. Del producto de la tierra comeréis. En este año de jubileo volveréis cada uno a vuestra posesión. Cuando vendáis algo a vuestro prójimo o compréis de manos de vuestro prójimo, no engañará ninguno a su hermano. Una vez pasado el jubileo, comprarás de tu prójimo según el número de años transcurridos, y él te venderá a ti según el número de cosechas que haya recogido. Cuanto mayor sea el número de los años, aumentarás el precio, y cuanto menor sea el número, disminuirás el precio, porque según el número de las cosechas te venderá él. Ninguno debe engañar a su prójimo; antes bien, temed a vuestro Dios, porque yo soy el Señor, vuestro Dios. Ejecutad, pues, mis estatutos y cumplid mis ordenanzas; ponedlos por obra y habitaréis en la tierra seguros. La tierra dará su fruto, comeréis hasta saciaros y habitaréis en ella con seguridad. Quizás os preguntéis: «¿Qué comeremos el séptimo año, ya que no hemos de sembrar ni hemos de recoger nuestros frutos?». Yo os enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto para tres años. En el octavo año sembraréis, y comeréis del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su fruto, comeréis del añejo.