ISAÍAS 9:8-17
ISAÍAS 9:8-17 DHHE
El Señor ha enviado un mensaje a Israel, al pueblo de Jacob; todo el pueblo de Efraín, que vive en Samaria, lo ha entendido. Ellos dicen con orgullo y altanería: “Se han caído los ladrillos, pero vamos a construir con piedra. Han cortado las vigas de sicómoro, pero las vamos a cambiar por madera de cedro.” El Señor ha hecho venir terribles enemigos; él mismo les ha ordenado atacar: por oriente, los sirios; por occidente, los filisteos. De un bocado se tragaron a Israel. Sin embargo, la ira del Señor no se ha calmado; él sigue amenazando todavía. Pero el pueblo no se volvió a Dios, que lo castigaba; no buscó al Señor todopoderoso. Entonces el Señor trató al reino de Israel como quien corta a un animal la cola y la cabeza, como quien derriba palmeras y juncos por igual. ¡Todo esto en un solo día! (La cabeza representa a los ancianos y los jefes; la cola, a los profetas que enseñan mentiras). Los jefes han extraviado a este pueblo, y los que buscaban un guía se perdieron. Por eso el Señor no tuvo compasión de los jóvenes, ni misericordia de los huérfanos y las viudas. Porque el pueblo entero es impío y perverso y todos dicen disparates. Sin embargo, la ira del Señor no se ha calmado; él sigue amenazando todavía.