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SALMOS 101

101
SALMO 102 (101)
Oración de un afligido#Salmo 102 Según parece, este salmo es la oración de un enfermo, que fue adaptada para el uso comunitario en una época en que Jerusalén se encontraba en ruinas (después de la catástrofe del 598 a.C.). Por eso, en el marco de la súplica se inserta un mensaje profético que anuncia la reconstrucción de la ciudad santa (vs. 15-18). Este es uno de los siete salmos llamados penitenciales (Sal 6; 32; 38; 51; 130; 143).
Oración de un afligido que, en su desaliento, da rienda suelta a su queja delante del Señor.
1Señor, escucha mi oración,
¡permite que mi grito llegue a ti!
2No escondas de mí tu rostro
cuando me encuentre angustiado;
¡dígnate escucharme!,
¡respóndeme pronto cuando te llame!
3Pues mi vida se acaba como el humo,
mis huesos arden como brasas,#102.3 Job 30.30.
4mi corazón está decaído
como la hierba marchita;
¡ni aun deseos tengo de comer!
5La piel se me pega a los huesos
de tanto gemir.
6Soy como una lechuza#102.6 Como una lechuza... como un búho: traducción probable. El salmista se refiere a dos aves que habitan en lugares desolados y emiten un sonido semejante a un quejido. Cf. Is 13.21. del desierto,
como un búho entre las ruinas.
7No duermo.
Soy como un pájaro solitario en el tejado.
8Mis enemigos me ofenden sin cesar
y usan mi nombre para maldecir.
9En vez de pan, como ceniza;#102.9 En vez de pan, como ceniza: expresión hiperbólica, que indica ua aflicción extrema. Para los antiguos israelitas, echarse ceniza (o polvo) sobre la cabeza (2 S 13.19; Lm 2.10) y sentarse o acostarse sobre ceniza (Est 4.3; Job 42.6) eran señal de duelo o de gran dolor.
en mi bebida se mezclan mis lágrimas
10a causa de tu enojo y tu furor,
pues me alzaste para derribarme después.
11Mis días pasan como una sombra;#102.11 Job 8.9; 14.2; Sal 39.5-6; 109.23.
me voy marchitando como la hierba.
12Pero tú, Señor, reinas por siempre;
¡tu nombre será siempre recordado!
13Levántate, compadécete de Sión,
pues ya se cumplió el tiempo;
¡ya es hora de que la perdones!
14Tus siervos aman sus piedras;
¡sienten dolor por sus ruinas!#102.14 Is 40.2.
15Todas las naciones y reyes de la tierra
honrarán el nombre glorioso del Señor
16cuando él reconstruya a Sión
y aparezca en su gloria,
17cuando atienda a la oración del desamparado
y no desoiga sus ruegos.
18Que esto quede escrito
para las generaciones futuras,
para que alaben al Señor
los que aún han de nacer.
19El Señor miró la tierra desde el cielo,
desde su santa altura,
20para atender los lamentos de los prisioneros
y liberar a los condenados a muerte;
21para que en Sión, en Jerusalén,
se proclame y se alabe el nombre del Señor
22cuando gentes de todas las naciones
se reúnan para adorarlo.
23Él me ha quitado fuerzas a medio camino;
ha hecho más corta mi vida.
24Yo le digo: “Dios mío,
no me lleves en la mitad de mi vida.”#102.24 Una muerte prematura, de acuerdo con el principio de la retribución temporal, era la suerte reservada a los malvados (Sal 26.9; 55.23; Pr 10.27).
¡Tus años no tienen fin!
25Afirmaste la tierra desde el principio;
tú mismo hiciste el cielo.
26Todo ello dejará de existir,
pero tú permaneces firme.
Todo ello envejecerá, como la ropa;
¡tú lo cambiarás y quedará cambiado,
como quien se muda de ropa!
27Pero tú eres el mismo;
tus años nunca terminarán.#102.25-27 Estas frases están inspiradas en Is 51.6-8, y aparecen citadas en Heb 1.10-12.
28Darás seguridad a los descendientes de tus siervos;
en tu misma presencia los establecerás.

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