APOCALIPSIS 3
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El mensaje a Sardes
1“Escribe también al ángel de la iglesia de Sardes:#3.1 Sardes: ciudad conocida por su riqueza. ‘Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios#3.1 Los siete espíritus de Dios: Véase Ap 1.4 nota k. y las siete estrellas:#3.1 Las siete estrellas: Cf. Ap 1.16,20. Yo sé todo lo que haces, y sé que estás muerto aunque tienes fama de estar vivo. 2Despiértate, y refuerza lo que todavía queda y está a punto de morir, pues he visto que tus hechos no son perfectos delante de mi Dios. 3Recuerda la enseñanza que has recibido; síguela y vuélvete a Dios. Si no te mantienes despierto, iré a ti como un ladrón, cuando menos lo esperes.#3.3 Ap 16.15; cf. Mt 24.42-44; Lc 12.35-40; 1 Ts 5.2; 2 P 3.10. Expresión típica para caracterizar la segunda venida de Cristo, aunque aquí parece referirse a alguna calamidad que puede sobrevenir si la iglesia no se vuelve a Dios. 4Sin embargo, ahí en Sardes tienes algunos que no han manchado sus vestidos; estos andarán conmigo vestidos de blanco,#3.4 Vestidos de blanco: símbolo de santidad y de victoria, frecuente en el libro (Ap 3.18; 4.4; 6.11; 7.9,13-14; 19.14). porque se lo merecen. 5Los vencedores serán vestidos de blanco, y no borraré sus nombres del libro de la vida#3.5 Del libro de la vida: Ap 13.8; 17.8; 20.12; 21.27; cf. Ex 32.32-33; Sal 69.28; Dn 12.1; Lc 10.20; Flp 4.3. sino que los reconoceré delante de mi Padre y delante de sus ángeles.#3.5 Mt 10.32-33; Lc 12.8-9. 6¡Quien tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias!’
El mensaje a Filadelfia
7“Escribe también al ángel de la iglesia de Filadelfia: ‘Esto dice el que es santo y verdadero, el que tiene la llave del rey David, el que cuando abre nadie puede cerrar y cuando cierra nadie puede abrir:#3.7 Llave del rey David: símbolo de autoridad del Mesías, descendiente de David, mencionado aquí en relación con la puerta abierta del v. 8 (cf. Is 22.22; Job 12.14). 8Yo sé todo lo que haces. Mira, ante ti he puesto una puerta abierta que nadie puede cerrar, y aunque tienes poca fuerza, has hecho caso a mi palabra y no me has negado.#3.8 Para Filadelfia, lo mismo que para Esmirna (Ap 2.9), el mensaje contiene palabras de alabanza y no de censura (véase Ap 2.1-7 n.). 9Yo haré que los de la sinagoga de Satanás, esos mentirosos que dicen ser judíos y no lo son,#3.9 Dicen ser judíos: Véase Ap 2.9 nota k. vayan a arrodillarse a tus pies, para que sepan que yo te he amado.#3.9 Cf. Is 49.23; 60.14; también Is 43.4. 10Has cumplido mi mandamiento de ser constante, y por eso te protegeré de la hora de la prueba que va a venir sobre el mundo entero para poner a prueba a todos los habitantes de la tierra. 11Vengo pronto. Conserva lo que tienes, para que nadie te arrebate tu premio.#3.11 Premio: lit. corona; véase Ap 2.10 nota m. 12A los vencedores les daré que sean columnas del templo de mi Dios, y nunca más saldrán de allí; y en ellos escribiré el nombre de mi Dios#3.12 Ap 14.1; 22.4; cf. Is 56.5. El nombre escrito en los vencedores es símbolo de pertenencia a Dios. y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que viene del cielo, de mi Dios;#3.12 Aquí se anticipa el tema de la nueva Jerusalén, que se desarrollará en Ap 21.2–22.5. y también escribiré en ellos mi nombre nuevo.#3.12 Is 62.2. 13¡Quien tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias!’
El mensaje a Laodicea
14“Escribe también al ángel de la iglesia de Laodicea:#3.14 Laodicea: Cf. Col 2.1; 4.13-16. ‘Esto dice el Amén, el testigo fiel#3.14 El testigo fiel: Véase Ap 1.5 nota l. que dice la verdad, el origen de todo lo que Dios creó:#3.14 Cf. Pr 8.22-31; Jn 1.3; Col 1.15,18. Cristo es llamado el Amén porque en él se cumplen las promesas de Dios a su pueblo (cf. 2 Co 1.20). 15Yo sé todo lo que haces. Sé que no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! 16Pero como eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17Dices que eres rico, que te ha ido muy bien y que nada te hace falta; y no te das cuenta de que eres un desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo.#3.17 Cf. Os 12.8-9. Nótese el contraste con Ap 2.9. 18Por eso te aconsejo que compres de mí oro refinado en el fuego, para que seas realmente rico; y que compres de mí ropas blancas para vestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez, y colirio para aplicártelo a los ojos y que veas. 19Yo reprendo y corrijo a los que amo.#3.19 Pr 3.12; Heb 12.6. Por lo tanto, sé fervoroso y vuélvete a Dios. 20Mira, yo estoy llamando a la puerta: si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos.#3.20 Cf. Lc 22.29-30; Jn 14.23. Cenaremos: Algunos ven en este pasaje una alusión a la Cena del Señor. Véase Mt 8.11 nota i; cf. Mt 26.29; Ap 19.9. 21A los vencedores les daré un lugar conmigo en mi trono,#3.21 Mt 19.28; Lc 22.30. así como yo he vencido#3.21 Ap 5.5; 20.4; 22.5. y me he sentado con mi Padre en su trono. 22¡Quien tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias!’ ”
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APOCALIPSIS 3: DHHE
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