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DEUTERONOMIO 11:11-24

DEUTERONOMIO 11:11-24 Reina Valera 2020 (RV2020)

La tierra a la que vais a entrar para tomarla es tierra de montes y de vegas, que se nutre de las aguas de la lluvia del cielo; una tierra de la que cuida el Señor, tu Dios. Siempre están sobre ella los ojos del Señor, tu Dios, desde el principio del año hasta el fin. Si obedecéis cuidadosamente a los mandamientos que yo os prescribo hoy, amáis al Señor, vuestro Dios, y le servís con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia a vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía, y tú recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. Daré también hierba en tu campo para tus ganados, y comerás hasta saciarte. Cuidaos, pues, de que vuestro corazón no se deje engañar y os apartéis para servir a dioses ajenos e inclinaros delante de ellos; no sea que se encienda el furor del Señor sobre vosotros, cierre los cielos y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcáis bien pronto en esa buena tierra que os da el Señor. Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, las ataréis como señal en vuestra mano y serán como insignias entre vuestros ojos. Las enseñaréis a vuestros hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando vayas de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes. Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas, para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que el Señor juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra. Porque si guardáis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amáis al Señor, vuestro Dios, andáis en todos sus caminos y le seguís, el Señor también echará de vuestra presencia a todas estas naciones, y desposeeréis a naciones grandes y más poderosas que vosotros. Todo lugar que pise la planta de vuestro pie será vuestro: desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio.

DEUTERONOMIO 11:11-24 La Palabra (versión española) (BLP)

La tierra a la que estáis a punto de entrar para tomar posesión de ella es un territorio de montes y valles regados por la lluvia del cielo; es una tierra que está bajo el cuidado constante del Señor tu Dios, que no aparta sus ojos de ella en ningún momento del año. Si cumplís escrupulosamente los mandamientos que yo os prescribo hoy, amando al Señor vuestro Dios y adorándole con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, yo haré llegar la lluvia a vuestra tierra cuando sea necesaria, en el otoño y en la primavera, para que puedas cosechar tu trigo, tu mosto y tu aceite; haré también crecer en tu campo el pasto para tu ganado, y comerás hasta saciarte. ¡Pero cuidado!, no os dejéis seducir ni os apartéis del Señor rindiendo culto a otros dioses y postrándoos ante ellos, porque entonces se encenderá la ira del Señor contra vosotros, cerrará los cielos y no caerá más lluvia; la tierra no dará más frutos y vosotros no tardaréis en desaparecer de esa tierra fértil que os da el Señor. Grabad en vuestro corazón y en vuestra alma estas palabras; atadlas a vuestra muñeca como un signo, ponedlas como una señal sobre vuestra frente. Inculcádselas a vuestros hijos y habladles de ellas cuando estéis en casa y cuando vayáis de camino; cuando os acostéis y os levantéis. Escríbelas en las jambas de tu casa y en tus puertas, para que vuestra vida y la de vuestros descendientes dure en la tierra que el Señor prometió dar a tus antepasados tanto como el cielo se mantenga sobre la tierra. Si cumplís fielmente todos estos mandamientos que os prescribo para que los pongáis en práctica, si amáis al Señor vuestro Dios, seguís todos sus caminos y le sois fieles, entonces el Señor irá expulsando delante de vosotros a todas esas naciones, y os adueñaréis de ellas aunque sean más numerosas y fuertes que vosotros. Será vuestra toda la tierra que pise la planta de vuestro pie; vuestro territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar Occidental.

DEUTERONOMIO 11:11-24 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

pero el país del que vais a tomar posesión es un país de montes y valles, regado por la lluvia del cielo. Es una tierra que el Señor mismo cuida; en ella tiene puestos los ojos todo el año. “Si cumplís los mandamientos que os he dado en este día, y amáis al Señor vuestro Dios y lo adoráis con todo vuestro corazón y toda vuestra alma, él hará que vengan a su tiempo las lluvias de otoño y las de primavera, para que cosechéis vuestro trigo y tengáis vino y aceite. También hará que crezca hierba en el campo para vuestro ganado; y tendréis comida en abundancia. Pero cuidad de no dejaros engañar: no os apartéis del Señor para rendir culto a otros dioses. No os inclinéis ante ellos, porque el furor del Señor se encenderá contra vosotros, y no os enviará lluvia; entonces la tierra no dará sus frutos, y muy pronto moriréis en esa buena tierra que el Señor os va a dar. “Grabad estas palabras en vuestra mente y en vuestro pensamiento; atadlas como señales en vuestras manos y en vuestra frente. Instruid a vuestros hijos hablándoles de ellas tanto en la casa como en el camino, y cuando os acostéis y cuando os levantéis. Escribidlas en los postes y en las puertas de vuestras casas, para que, en la tierra que el Señor prometió dar a vuestros antepasados, sea tan larga vuestra vida y la de vuestros hijos como la existencia del cielo sobre la tierra. “Si cumplís fielmente todos estos mandamientos que hoy os ordeno poner en práctica, y si amáis al Señor vuestro Dios y le seguís fielmente en todos sus caminos, el Señor arrojará de vuestra presencia a todas esas naciones, y conquistaréis a pueblos más numerosos y fuertes. Donde plantéis el pie, allí os quedaréis. Vuestras fronteras se extenderán desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo.

DEUTERONOMIO 11:11-24 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

En cambio, la tierra que vais a poseer es tierra de montañas y de valles, regada por la lluvia del cielo. El SEÑOR vuestro Dios es quien la cuida; los ojos del SEÑOR vuestro Dios están sobre ella todo el año, de principio a fin. »Si obedecéis fielmente los mandamientos que hoy os doy, y si amáis al SEÑOR vuestro Dios y le servís con todo el corazón y con toda el alma, entonces él enviará la lluvia oportuna sobre vuestra tierra, en otoño y en primavera, para que obtengáis el trigo, el vino y el aceite. También hará que crezca hierba en los campos para vuestro ganado, y comeréis y quedaréis satisfechos. »¡Cuidado! No os dejéis seducir. No os descarriéis ni adoréis a otros dioses, ni os inclinéis ante ellos, porque entonces se encenderá la ira del SEÑOR contra vosotros, y cerrará los cielos para que no llueva; el suelo no dará sus frutos, y pronto vosotros desapareceréis de la buena tierra que os da el SEÑOR. Grabaos estas palabras en el corazón y en la mente; atadlas en vuestras manos como un signo, y llevadlas en vuestra frente como una marca. Enseñádselas a vuestros hijos y repetídselas cuando estéis en vuestra casa y cuando andéis por el camino, cuando os acostéis y cuando os levantéis; escribidlas en los postes de vuestra casa y en los portones de vuestras ciudades. Así, mientras existan los cielos sobre la tierra, vosotros y vuestros descendientes prolongaréis vuestra vida sobre la tierra que el SEÑOR juró a vuestros antepasados que les daría. »Si vosotros obedecéis todos estos mandamientos que os doy, y amáis al SEÑOR vuestro Dios, y seguís por todos sus caminos y le sois fieles, entonces el SEÑOR expulsará de vuestro territorio a todas esas naciones. Así podréis desposeerlas, aunque sean más grandes y más fuertes que vosotros. Todo lugar donde plantéis el pie será vuestro; vuestro territorio se extenderá desde el desierto hasta el monte Líbano, y desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo.