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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkLEV">
 <div class="chapter ch25" data-usfm="LEV.25">
 <div class="label">25</div><div class="s1">A&#241;o sab&#225;tico #Ex 23,10-11 (ver Dt 15,1ss; Ne 10,2).</div><div class="p"> 1El Se&#241;or se dirigi&#243; a Mois&#233;s en el monte Sina&#237; y le dijo:</div><div class="p"> 2&#8212;Habla a los israelitas y diles: Cuando hay&#225;is entrado en la tierra que yo os entrego, la tierra deber&#225; disfrutar de un tiempo de descanso en honor del Se&#241;or. 3Seis a&#241;os sembrar&#225;s tu campo, y seis a&#241;os podar&#225;s tu vi&#241;a y recoger&#225;s su producto. 4Pero el s&#233;ptimo a&#241;o la tierra disfrutar&#225; de descanso completo en honor del Se&#241;or: no sembrar&#225;s tu campo, ni podar&#225;s tu vi&#241;a. 5No cosechar&#225;s los rebrotes de la &#250;ltima siega, ni vendimiar&#225;s las uvas que pueda producir tu vi&#241;edo; ser&#225; un a&#241;o de descanso para la tierra. 6Lo que produzca espont&#225;neamente la tierra en este a&#241;o de descanso os servir&#225; de alimento a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu criado y al extranjero que viva contigo; 7tambi&#233;n a tu ganado y a los animales que haya en tu tierra, les servir&#225; de alimento todo lo que ella produzca.</div><div class="s1">A&#241;o jubilar</div><div class="p"> 8Contar&#225;s siete semanas de a&#241;os, siete por siete a&#241;os, o sea, cuarenta y nueve a&#241;os.#ver Is 61,1-3. 9El d&#237;a diez del s&#233;ptimo mes, que es el D&#237;a de la Expiaci&#243;n, har&#225;s sonar la trompeta; ese d&#237;a har&#233;is sonar la trompeta por toda vuestra tierra. 10Declarar&#233;is santo ese a&#241;o cincuenta y proclamar&#233;is la liberaci&#243;n para todos los habitantes del pa&#237;s. Ser&#225; para vosotros a&#241;o jubilar: cada uno recobrar&#225; su propiedad y cada cual regresar&#225; a su familia. 11El a&#241;o cincuenta ser&#225; para vosotros a&#241;o jubilar: no sembrar&#233;is, ni cosechar&#233;is los rebrotes de la &#250;ltima siega, ni vendimiar&#233;is las uvas que pueda producir vuestro vi&#241;edo. 12Es a&#241;o jubilar y debe ser sagrado para vosotros: comer&#233;is solo lo que la tierra espont&#225;neamente produzca. 13En este a&#241;o de jubileo cada uno recuperar&#225; su propiedad.</div><div class="p"> 14Por tanto, si compr&#225;is o vend&#233;is algo a vuestro pr&#243;jimo, que nadie enga&#241;e a su hermano. 15En lo que compres a tu pr&#243;jimo se tendr&#225; en cuenta el n&#250;mero de a&#241;os pasados despu&#233;s del a&#241;o jubilar; asimismo, &#233;l te vender&#225; teniendo en cuenta el n&#250;mero de a&#241;os de cosecha que quedan. 16El precio aumentar&#225; o disminuir&#225; en proporci&#243;n a los a&#241;os que falten para el pr&#243;ximo a&#241;o jubilar; la venta se har&#225; seg&#250;n el n&#250;mero de las cosechas. 17Y que ninguno enga&#241;e a su pr&#243;jimo; antes bien, respetad a vuestro Dios. Yo soy el Se&#241;or, vuestro Dios.</div><div class="s1">A&#241;adido sobre el a&#241;o sab&#225;tico</div><div class="p"> 18Cumplid mis leyes y guardad mis mandamientos; ponedlos en pr&#225;ctica y as&#237; vivir&#233;is seguros en la tierra, 19una tierra que dar&#225; su fruto del que comer&#233;is hasta saciaros, viviendo seguros en ella. 20Tal vez os pregunt&#233;is: &#191;y qu&#233; comeremos el s&#233;ptimo a&#241;o, pues no vamos a sembrar ni a recoger nuestros frutos? 21Pues yo os contesto que os enviar&#233; mi bendici&#243;n el sexto a&#241;o, de manera que haya fruto para tres a&#241;os. 22El a&#241;o octavo sembrar&#233;is, pero seguir&#233;is comiendo de la cosecha anterior; as&#237; har&#233;is hasta el a&#241;o noveno en que llegue el nuevo fruto.</div><div class="s1">Rescate de la tierra y otras propiedades</div><div class="p"> 23La tierra no se podr&#225; vender a perpetuidad, porque la tierra es m&#237;a y vosotros sois como residentes extranjeros en mi propiedad.#Sal 39,12; 1 Cr 29,15. 24Por tanto, en toda la tierra que pose&#233;is, conceder&#233;is el derecho a rescatar la posesi&#243;n de la misma.</div><div class="p"> 25Si se empobrece tu hermano y tiene que vender parte de su propiedad, entonces su pariente m&#225;s cercano vendr&#225; y rescatar&#225; lo que su familiar tuvo que vender.#Jr 32,6-9; Rt 4,1-12. 26Puede suceder que alguien no tenga quien lo rescate; entonces, si &#233;l mismo consigue lo suficiente para el rescate, 27calcular&#225; los a&#241;os pasados desde la venta, pagar&#225; la diferencia al comprador y recobrar&#225; su propiedad. 28Pero si no consigue lo suficiente para recuperarla, la propiedad quedar&#225; en poder del comprador hasta el a&#241;o del jubileo; en el a&#241;o del jubileo la tierra dejar&#225; de pertenecer al comprador, quedar&#225; liberada y volver&#225; a su anterior propietario.</div><div class="p"> 29Quien venda una vivienda en una ciudad amurallada tendr&#225; derecho a recuperarla durante el per&#237;odo de un a&#241;o a partir de la venta; tendr&#225; un a&#241;o para poder rescatarla. 30Si no es rescatada en el plazo de un a&#241;o, la vivienda que est&#233; situada en una ciudad amurallada quedar&#225; para siempre en poder del comprador y de sus descendientes; ni siquiera en el a&#241;o jubilar ser&#225; liberada. 31En cuanto a las casas de aldeas no amuralladas, ser&#225;n consideradas como los terrenos del campo: podr&#225;n ser rescatadas y quedar&#225;n liberadas el a&#241;o jubilar. 32Los levitas, por su parte, tendr&#225;n siempre derecho de rescate sobre las ciudades y casas que posean en ellas.#Nm 35,18; Jos 21. 33Si no las rescatan, quedar&#225;n liberadas el a&#241;o del jubileo, porque las casas de las ciudades lev&#237;ticas son su propiedad en medio de los israelitas. 34Por lo que ata&#241;e a los campos que rodean sus ciudades, no podr&#225;n ser vendidos, porque les pertenecen a perpetuidad.</div><div class="s1">Pr&#233;stamos y sus intereses</div><div class="p"> 35Si uno de tus hermanos que convive contigo empobrece y se arruina, lo amparar&#225;s, aunque sea extranjero residente, para que pueda seguir conviviendo contigo. 36Por respeto a tu Dios no le exigir&#225;s intereses ni recargo alguno. Deja que tu hermano viva contigo. 37No le prestar&#225;s tu dinero con usura ni le cobrar&#225;s intereses por proveerle de alimentos. 38Yo soy el Se&#241;or, vuestro Dios, el que os sac&#243; del pa&#237;s de Egipto para entregaros la tierra de Cana&#225;n y ser vuestro Dios.</div><div class="s1">Normas sobre los esclavos</div><div class="p"> 39Y si un hermano tuyo que convive contigo se arruina y se vende a ti, no lo har&#225;s trabajar como esclavo.#Dt 15,12 (ver Ex 21,2). 40Permanecer&#225; contigo como empleado o como residente extranjero y trabajar&#225; para ti solo hasta el a&#241;o del jubileo. 41Entonces tanto &#233;l como sus hijos quedar&#225;n libres, y podr&#225; regresar a su familia y a la heredad de sus antepasados. 42Son siervos m&#237;os a quienes liber&#233; de la opresi&#243;n egipcia y no podr&#225;n ser vendidos como esclavos.#11,44-45+; 25,55. 43Por respeto a tu Dios no lo tratar&#225;s con dureza.</div><div class="p"> 44El esclavo o la esclava que puedas tener, deber&#225;n pertenecer a las naciones que est&#225;n a vuestro alrededor; de esas naciones s&#237; podr&#233;is comprar esclavos y esclavas. 45Tambi&#233;n podr&#233;is comprar como esclavos a los hijos y familiares de los extranjeros que han nacido en vuestra tierra y viven entre vosotros; estos s&#237; podr&#225;n ser de vuestra propiedad. 46Adem&#225;s, los podr&#233;is dejar en herencia para vuestros hijos, como propiedad hereditaria, convirti&#233;ndolos en esclavos vuestros a perpetuidad. Pero entre hermanos israelitas no os tratar&#233;is unos a otros con dureza.</div><div class="p"> 47Si un extranjero residente que convive contigo llega a prosperar y, en cambio, un hermano tuyo que convive con &#233;l se arruina y tiene que venderse a ese extranjero o a uno de sus familiares, 48una vez vendido, le quedar&#225; el derecho de rescate; alguien de su familia lo podr&#225; rescatar: 49su t&#237;o o su primo o un pariente cercano de su familia lo podr&#225; rescatar. Incluso, &#233;l mismo se podr&#225; rescatar si tiene medios suficientes para ello. 50Fijar&#225; con el comprador el tiempo transcurrido desde el a&#241;o de la venta hasta el a&#241;o jubilar y se calcular&#225; el precio de venta seg&#250;n el n&#250;mero de los a&#241;os que quedan, valorando los d&#237;as de trabajo como los de un jornalero. 51Si faltan todav&#237;a muchos a&#241;os, pagar&#225; por su rescate en proporci&#243;n al precio por el cual se vendi&#243;. 52Y si quedan pocos a&#241;os hasta el a&#241;o del jubileo, entonces har&#225; el c&#225;lculo correspondiente y pagar&#225; por su rescate seg&#250;n los a&#241;os que resten. 53Estar&#225; a su servicio como un jornalero de contrato anual y no permitir&#225;s que sea tratado con dureza. 54Pero si no es rescatado durante esos a&#241;os, en el a&#241;o del jubileo tanto &#233;l como sus hijos quedar&#225;n libres. 55Porque solo a m&#237; me pertenecen los israelitas como siervos; ellos son mis siervos, pues yo fui quien los saqu&#233; de la tierra de Egipto. Yo soy el Se&#241;or, vuestro Dios.</div>
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 <div class="book bkLEV">
 <div class="chapter ch26" data-usfm="LEV.26">
 <div class="label">26</div><div class="s1">Mandato conclusivo</div><div class="p"> 1No os fabriqu&#233;is &#237;dolos, ni levant&#233;is esculturas o estatuas, ni erij&#225;is en vuestra tierra piedras conmemorativas para postraros ante ellas, porque yo soy el Se&#241;or, vuestro Dios.#19,4; Ex 5,8-9. 2Guardad mis s&#225;bados y venerad mi santuario. Yo soy el Se&#241;or.#19,3-4+.</div><div class="s1">Bendiciones</div><div class="p"> 3Si viv&#237;s seg&#250;n mis leyes, guard&#225;is mis mandamientos y los pon&#233;is en pr&#225;ctica,#Dt 28,1-14. 4yo os dar&#233; la lluvia a su tiempo, la tierra dar&#225; sus productos y los &#225;rboles del campo dar&#225;n su fruto.#Dt 11,13-14; Is 1,19; Ez 34,26-27. 5La trilla se alargar&#225; hasta la vendimia, y la vendimia hasta la siembra; comer&#233;is vuestro pan hasta saciaros y vivir&#233;is seguros en vuestra tierra.</div><div class="p"> 6Yo garantizar&#233; que haya paz en la tierra y podr&#233;is descansar sin que nadie turbe vuestro sue&#241;o; har&#233; desaparecer de vuestra tierra los animales da&#241;inos, y la espada enemiga no pasar&#225; por vuestro pa&#237;s. 7Perseguir&#233;is a vuestros enemigos y caer&#225;n a espada delante de vosotros. 8Cinco de vosotros perseguir&#233;is a cien y cien de vosotros perseguir&#233;is a diez mil; vuestros enemigos caer&#225;n a filo de espada delante de vosotros.</div><div class="p"> 9Yo me volver&#233; hacia vosotros, os har&#233; fecundos, os multiplicar&#233; y mantendr&#233; mi alianza con vosotros. 10Comer&#233;is del abundante grano almacenado y tendr&#233;is que tirar la cosecha anterior para guardar la nueva. 11Establecer&#233; mi morada en medio de vosotros y jam&#225;s os rechazar&#233;.#15,31+; Ez 36,28; 2 Co 3,16. 12Caminar&#233; en medio de vosotros, ser&#233; vuestro Dios y vosotros ser&#233;is mi pueblo. 13Yo soy el Se&#241;or, vuestro Dios que os saqu&#233; de la tierra de Egipto para que no fueseis sus esclavos nunca m&#225;s; romp&#237; las coyundas de vuestro yugo y os hice caminar en libertad.</div><div class="s1">Maldiciones#Dt 28,15-68; Am 4,6-12; Dn 9,11-13.</div><div class="p"> 14Pero si no me obedec&#233;is ni viv&#237;s de acuerdo a mis mandamientos, 15si despreci&#225;is mis decretos y detest&#225;is mis estatutos, si quebrant&#225;is mi alianza y no pon&#233;is en pr&#225;ctica todos mis mandamientos, 16yo har&#233; lo siguiente con vosotros: har&#233; que os visite el terror, la tisis y la fiebre, que consumir&#225;n vuestros ojos y atormentar&#225;n vuestra vida. Sembrar&#233;is en balde, porque vuestros enemigos comer&#225;n la cosecha. 17Me volver&#233; contra vosotros, y sucumbir&#233;is delante de vuestros enemigos; os dominar&#225;n quienes os aborrecen y huir&#233;is sin que nadie os persiga.</div><div class="p"> 18Y si ni siquiera con esto me obedec&#233;is, os castigar&#233; todav&#237;a siete veces m&#225;s por vuestras transgresiones. 19Quebrantar&#233; vuestra terca soberbia y har&#233; que vuestro cielo sea como el hierro y vuestra tierra como el bronce.#Dt 11,17. 20Se agotar&#225; vuestra fuerza en vano, pues la tierra no dar&#225; su cosecha ni los &#225;rboles del pa&#237;s dar&#225;n su fruto.</div><div class="p"> 21Y si segu&#237;s enfrent&#225;ndoos conmigo y no me quer&#233;is obedecer, yo os azotar&#233; siete veces m&#225;s por vuestras transgresiones. 22Mandar&#233; contra vosotros animales salvajes que os arrebatar&#225;n vuestros hijos y destruir&#225;n vuestro ganado; os diezmar&#225;n hasta dejar vuestros caminos desiertos.</div><div class="p"> 23Y si tampoco estas cosas consiguen que os enmend&#233;is, sino que segu&#237;s enfrentados conmigo, 24yo tambi&#233;n me enfrentar&#233; con vosotros y os azotar&#233; todav&#237;a siete veces por vuestras transgresiones.</div><div class="p"> 25Traer&#233; contra vosotros la espada vengadora; ella se encargar&#225; de vengar la alianza. Y si os refugi&#225;is en vuestras ciudades, yo enviar&#233; la peste contra vosotros y caer&#233;is en manos del enemigo.#Ez 21. 26Cuando yo os corte el sustento de pan, cocer&#225;n diez mujeres vuestro pan en un solo horno y os lo dar&#225;n racionado; comer&#233;is, pero nunca os saciar&#233;is.</div><div class="p"> 27Y si aun con todo esto no me obedec&#233;is, sino que segu&#237;s enfrent&#225;ndoos conmigo, 28yo me enfrentar&#233; contra vosotros con ira y os castigar&#233; tambi&#233;n siete veces m&#225;s por vuestras transgresiones: 29tendr&#233;is incluso que comer la carne de vuestros hijos y la carne de vuestras hijas.#Ez 5,10; Lm 2,20; 4,10. 30Destruir&#233; vuestros santuarios de los altos y demoler&#233; vuestros altares de incienso; apilar&#233; vuestros cad&#225;veres sobre los cad&#225;veres de vuestros &#237;dolos y os detestar&#233;.#Jr 22,5-8; Ez 6,1-7; Lm 2,5. 31Devastar&#233; vuestras ciudades, asolar&#233; vuestros santuarios y no oler&#233; la fragancia de vuestro suave perfume. 32Arrasar&#233; la tierra de suerte que vuestros enemigos residentes en ella se horrorizar&#225;n al verla; 33a vosotros os dispersar&#233; entre las naciones, desenvainar&#233; la espada detr&#225;s de vosotros, vuestra tierra quedar&#225; arrasada y vuestras ciudades desiertas. 34Entonces la tierra podr&#225; resarcirse de sus a&#241;os sab&#225;ticos, mientras dure la desolaci&#243;n y vosotros est&#233;is en la tierra de vuestros enemigos. La tierra podr&#225; descansar entonces y resarcirse de sus a&#241;os sab&#225;ticos.#26,43; 2 Cr 36,21. 35Mientras dure la desolaci&#243;n, la tierra descansar&#225; los d&#237;as de descanso que no le disteis cuando viv&#237;ais en ella.</div><div class="p"> 36Y a los que de vosotros sobrevivan, los llenar&#233; de tal cobard&#237;a que, estando en la tierra de vuestros enemigos, el simple sonido de una hoja que se mueva los pondr&#225; en fuga, huir&#225;n como ante la espada y caer&#225;n sin que nadie los persiga. 37Y aunque nadie los persiga, tropezar&#225;n los unos con los otros como se tropieza a la vista de la espada. No podr&#233;is resistir delante de vuestros enemigos. 38Perecer&#233;is en medio de las naciones y la tierra de vuestros enemigos os devorar&#225;. 39Y los que sobrevivan se pudrir&#225;n por su maldad en las tierras de vuestros enemigos; por la maldad de sus antepasados se pudrir&#225;n con ellos.</div><div class="s1">Arrepentimiento y vigencia de la alianza</div><div class="p"> 40Entonces confesar&#225;n su maldad y la maldad de sus antepasados, la rebeld&#237;a con la que se rebelaron contra m&#237;. Y porque se enfrentaron a m&#237;,#Sal 106,6; Dn 9,4-19; Esd 9,6-14; Ne 9,16-17.26. 41tambi&#233;n yo me enfrentar&#233; a ellos y los llevar&#233; a la tierra de sus enemigos; entonces su coraz&#243;n incircunciso se humillar&#225; y reconocer&#225;n su pecado. 42Yo recordar&#233; mi alianza con Jacob, con Isaac y con Abrah&#225;n, y tambi&#233;n me acordar&#233; de la tierra. 43Pero antes, ellos tendr&#225;n que abandonar la tierra que, estando deshabitada, podr&#225; resarcirse de sus a&#241;os sab&#225;ticos mientras ellos padecen el castigo por sus maldades, pues despreciaron mis decretos y detestaron mis estatutos. 44Sin embargo, aunque ellos est&#233;n en el pa&#237;s de sus enemigos, yo no los rechazar&#233; ni los aborrecer&#233; hasta exterminarlos, invalidando as&#237; mi alianza con ellos, porque yo soy el Se&#241;or, su Dios. 45M&#225;s bien me acordar&#233; en favor suyo de nuestra primera alianza, cuando los saqu&#233; de la tierra de Egipto a la vista de las naciones, para ser su Dios. Yo soy el Se&#241;or.#Dt 4,29-31; Lm 3,31-32.</div><div class="s1">Sumario</div><div class="p"> 46Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que estableci&#243; el Se&#241;or entre &#233;l y los israelitas en el monte Sina&#237; por medio de Mois&#233;s.</div>
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