El perdón y la libertadMuestra

¿Quién ha dicho que va a ser fácil? No lo es! Dios nos lo exige cada día.

Nos ha dotado con la capacidad de perdonar a los demás. A la vez es de las cosas más difíciles que nos pide. Pero la buena noticia es que puedes aprender a perdonar. Dios nos ha dado las herramientas necesarias y nos ha enseñado cómo podemos superar los obstáculos. El mejor ejemplo: Su propio Hijo murió por mano humana. Pero Dios nos ha perdonado, porque nos ama y es misericordioso.

Oremos:

Amado Padre, Te doy las gracias por Tu Gracia. Aunque no nos merecemos Tu perdón, nos perdonas, porque eres el Todopoderoso que nos ama inmensamente. Tú ayudas a los que están ofendidos y perdidos. Tú perdonas a los que se arrepienten. Amado Dios, en Tí pongo toda mi confianza y me acerco a Tí con los brazos abiertos para orar:

Dame la fuerza para perdonar a los demás, igual que Tú lo estás haciendo.

Dame la fuerza para luchar contra todo lo malo que está intentando impedirme perdonar.

Dame la fuerza para superar mi debilidad y ser una persona más buena.

Amado Dios, guíame a través de las tormentas que influirán mi viaje de lucha contra el ego y el rencor.

En el nombre de Jesús, amén.