Venga tu reinoMuestra
ORACIÓN
Dios, gracias por darme una nueva identidad como Tu hijo o hija. Enséñame lo que eso significa hoy.
LECTURA
Muchos comienzan su viaje de crecimiento espiritual al experimentar la frustración, y a menudo, las dolorosas consecuencias de sus decisiones y comportamientos. Impulsados por el deseo de cambio, vienen a la iglesia o deciden unirse a un grupo. No hay nada malo en el deseo de cambiar. De hecho, eso es precisamente lo que Dios desea para ti.
Pero generalmente el punto de partida de Dios para el proceso de cambio es diferente al nuestro.
Nosotros queremos tomar el camino más rápido para el cambio y terminamos enfocándonos en los comportamientos que quisiéramos mejorar. Tratamos de obligarnos a cambiar por nuestra fuerza de voluntad. Esto nos puede llevar a un frustrante círculo de fracaso y vergüenza. ¿Por qué? Porque el problema es mucho más profundo que nuestro comportamiento.
Imagínate que ves un dominó gigante a punto de caer y ves que las consecuencias serán negativas. Te apresuras y pones toda tu fuerza y energía en evitar la caída del dominó. Tienes éxito en detenerlo pero descubres que está nuevamente en peligro de derrumbe por el otro extremo. Repites esto una y otra vez, a veces fallando y a veces con éxito. Pero aun las victorias son pasajeras. Entonces alguien te pide dejar ese trabajo agotador y ver la situación desde donde él se encuentra. Al alejarte puedes ver el dominó desde otro ángulo y te das cuenta de que es el último de una larga hilera de dominós, cada uno cayendo sobre el siguiente. Esta nueva perspectiva te ayuda a ver que si quieres detener todos los dominós por completo necesitarás retroceder mucho más.
Dios sabe que nuestras acciones proceden de nuestra identidad. Por eso Su proceso de cambio comienza al darnos una nueva identidad como hijo o hija de Dios, amado y valorado ante Sus ojos. El verdadero cambio debe comenzar profundamente a nivel del corazón y de allí emana hacia nuestro comportamiento.
Puede ser desmoralizador percatarse de que nuestro problema es más profundo de lo que pensamos pero es alentador saber que es Dios quien está realizando el trabajo fundamental para nosotros. Él está comprometido con el cambio que comenzó en nosotros.
REFLEXIÓN
Dedica un tiempo a solas con Dios. Sin distracciones. Sin dominós. Puede que tarde un tiempo mientras llegas al punto donde tu motor se apague y puedas permanecer en calma internamente. Sé paciente y no te rindas. Cuando te sientas completamente relajado pide a Dios que te ayude a percibir conscientemente Su presencia. Pídele que te revele qué áreas de tu corazón Él quiere trabajar y renovar.
Escritura
Acerca de este Plan
Hemos oído que Jesús ofrece “vida plena” y ansiamos esa experiencia. Queremos esa vida que está al otro lado del cambio. Pero, ¿qué tipo de cambio necesitamos? ¿Y cómo llevamos a cabo el proceso de cambio? En Kingdom Come, explorarás una nueva forma de vivir la vida al revés y al derecho a la que Dios nos invita.
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