Lucha Y Triunfo: Quién Dice Dios Que Somos en CristoMuestra

En Cristo, somos adoptados por Dios

“Porque sois sus hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, el Espíritu que clama: 'Abba, Padre'. Así que ya no eres un esclavo, sino un hijo de Dios; y como eres Su hijo, Dios te ha hecho también heredero." Gálatas 4: 6,7

¿Alguna vez has estado entre los reservas o el segundo equipo, cuando todo lo que querías era ser titular o estar en el primer equipo? Querías la atención y el valor añadido que comunica la atención del entrenador/a.

¿Alguna vez te has sentido como si estuvieras presente con otras personas, pero que realmente no "pertenecías" realmente al grupo?

En Gálatas leemos que aquellos que son hijos de Dios porque han experimentado el perdón de Dios a través del sacrificio de Jesús en la cruz, ahora "pertenencen". Dios entrega a sus hijos el Espíritu de Jesús.

Con Su Espíritu viviendo en nuestros corazones, sabemos que somos Suyos. Su Espíritu dentro de nosotros llama al Padre con el término "Abba," que significa "papá." Este nombre indica intimidad y amor. Como hijos muy amados, tenemos acceso al Padre. Somos hijos del Rey.

Nadie obliga a nadie a adoptar a un niño. La adopción es una elección. Los amigos y familiares que han adoptado niños, han tenido que atravesar un largo proceso para poder adoptar. No sucede por accidente. Es un proceso muy intencionado.

Porque Dios nos ha adoptado, sabemos que Él nos ha elegido. Él quiere que en Su familia tengamos una relación cercana y amorosa. Es más, cuando un niño es adoptado, ese niño tiene el mismo estatus legal y derechos que los niños nacidos de forma natural.

Dado que somos hijos de Dios, también somos sus herederos. Como herederos de Dios, nos unimos a Jesús para heredar toda la gloria de Dios.

¿Estás consciente, agradecido y disfrutando de tu condición privilegiada y responsabilidad como hijo de Dios? ¿Estás buscando intimidad con Él como un niño busca estar en presencia de su padre?

Aplicando: Párate un momento a pensar en todos los recursos de los que dispones como hijo de Dios. ¿Cuál necesitas aplicar ahora mismo en tu vida?