15 Días De Revelacion Para VivirMuestra
NO VAS, VAMOS
“Y dijo: Yo Soy Dios; el Dios de tu Padre; no temas de descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación. Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver; y la mano de José cerrará tus ojos” (Gen. 46:3-4).
Egipto era la antítesis del reino de los cielos, algo así como el mundo en su maldad personificado; pero también es el mejor lugar en el que puedes vivir si Dios va contigo. El Señor envió a Jacob a Egipto, pero lo envió sin temor; pues bien sabía que no era Egipto, sino el miedo lo que podría destruirle. No te daña la geografía externa, sino la geografía del alma.
Asimismo, tu prosperidad no depende de los límites territoriales, sino de las libertades del espíritu.
El Dios del Padre de Jacob lo envió a Egipto para confirmarle que también era su Dios y su Padre, pues Dios gusta de hijos y no de nietos.
¿Y cómo lo libró de su temor? ¿Cómo arrebatar del inconsciente los temores de las sombras y los prejuicios de la ignorancia? Dándole propósito a su vida: «haré de ti una gran nación». O acabas con el miedo o el miedo acabará contigo. Nunca podrás terminar con el temor, a menos que comiences a darle a tu vida una visión. ¿Y cuál es esta? Hacer de ti una gran nación. Si sigues viviendo para ti, seguirás asustado; pero no tiene tiempo de preocuparse por sí mismo quien vive para una multitud. El amor echa fuera el temor, pues cuando te dedicas a otros no hay espacio para sufrir por ti.
Por último, Jacob podía descender a Egipto porque Dios le prometió que un día subiría de él. La prueba no es tu final; puedes cruzar el valle de la muerte cuando sabes que no habitarás en él. Egipto como este mundo, no es tu último hogar, de hecho, nunca lo fue.
Escritura
Acerca de este Plan
Dios habla y lo hace todos los días. Cada una de sus Palabras es poderosa, para realizar absolutamente todo. Tú escuchas pero debes de hacerlo todos los días. Detrás de todas tus necesidades, se encuentra la necesidad de la Palabra de Dios.
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