RenuncioMuestra
Por lo general renunciar es para nosotros una palabra que nos causa incertidumbre, como si nos brindara un panorama futuro lleno de dudas y de temor. Mayormente relacionamos la palabra renuncia con nuestro empleo, creo que es donde más se acrecienta y cobra sentido para nosotros. Renunciar es según el diccionario abandonar voluntariamente una cosa que se posee o algo a lo que se tiene derecho.
Comúnmente no solemos renunciar a aquellas cosas que nos brindan seguridad, un empleo, una herencia, una relación etc. A no ser que nos veamos obligados a escapar por ejemplo de un trabajo donde somos explotados o una relación enfermiza y cuanto más si logramos observar que estamos siendo víctimas de sometimiento, violencia o abuso. Es que claro, quien querría desprenderse de un lugar donde es bien remunerado, cuidado y atendido, un lugar donde nos brindan posibilidades de crecimiento profesional y humano. Pero no es puntualmente de un ambiente laboral al que quiero llegar, más bien enfatizar en lo que significa una renuncia para los que tenemos pretensiones en convertirnos en fieles seguidores de Jesús. Siempre nos resulta más sencillo renunciar a todo lo malo, a lo que nos perturba y no nos edifica pero, ¿estaríamos dispuestos a renunciar a todo aquello que a nuestros ojos no se ven tan mal?
Siempre imagino cuantos de aquellos entusiastas que seguían a Jesús por mera curiosidad al ver los milagros que hacía o las señales que mostraba habrán abandonado la idea de seguirle cuando les dijo: Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Muchos de nosotros llegamos a la idea de que Jesús se refería a renunciar a todo lo que posee en cuanto a cosas materiales, pero en mi humilde mirada poseer no es igual a tener, ya que podemos tomar posesión de una relación o una situación en particular que no estamos dispuestos a soltar ni siquiera por pedido del mismo Señor.
Renunciar a lo que poseemos es igual a soltar, a perder el control absoluto de todo aquello que tenemos humanamente controlado y bajo nuestro propio gobierno, incluso abandonar el mando de nuestra propia vida para ir en pos del Señor. Estoy seguro de que viviremos una vida de gozo cuando le entreguemos voluntariamente nuestra vida entera a Cristo.
Escritura
Acerca de este Plan
Renunciar es soltar. Soltar es el primer paso para recibir todo lo nuevo y lo fresco que se nos ha de dar. Disfrutemos de este plan de lectura de tres días.
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Nos gustaría agradecer a Vida Zoé por brindar este plan. Para mayor información por favor visite: http://instagram.com/martinsebastiaok