Introducción a La Apologética CristianaMuestra
La resurrección de Cristo (Segunda parte)
La evidencia histórica y la pura lógica indican que el Rabino galileo fue quien dijo ser, que murió en la cruz, fue sepultado y la tumba quedó vacía. Estos hechos son incontrovertibles.
Repasemos pues lo que tenemos hasta ahora.
- Testigos de un acontecimiento singular: Las versiones de la resurrección que ofrece el Nuevo Testamento ya circulaban cuando todavía vivían los contemporáneos de Jesús. Estas personas pudieron confirmar o negar la veracidad de lo que predicaban los apóstoles.
- Un sello romano roto: Cuando el gobierno romano ponía un sello en cualquier lugar para evitar que se manipulase algo, la pena por violarlo era la crucifixión cabeza abajo. ¿Quién se hubiera atrevido a arrancar el sello de arcilla que Roma había colocado en la tumba de Cristo?
- Una tumba vacía: Los discípulos no empezaron a predicar en Atenas o en Roma, donde nadie hubiera podido contradecirlos, sino que valientemente se dirigieron a Jerusalén y allí hablaron de Cristo resucitado. Si la tumba no hubiera estado realmente vacía, o si el cuerpo de Jesús hubiera sido arrojado a una fosa común, como algunos pretenden, la predicación de los apóstoles habría sido denunciada rápidamente por muchos de sus adversarios.
- La gran piedra circular quitada: La guardia romana estaba formada por un grupo de 4 a 16 soldados. Dormirse era algo castigado con la pena de muerte en la hoguera. ¿Qué les ocurrió? La realidad es que la piedra circular que cerraba la tumba, de unas dos toneladas de peso, apareció quitada de su lugar.
- Una mortaja intacta: Cuando entraron en la tumba, descubrieron que la mortaja aún estaba allí, intacta y bien colocada. Dicha mortaja pesaba unos cuarenta kilos y estaba constituida por tela y ungüentos aromáticos. Es como si el cuerpo de Cristo se hubiera evaporado a través de los lienzos, ya que estos conservaban todavía la hechura del cadáver.
- Apariciones del resucitado: Más de quinientas personas vieron a Cristo resucitado. Esto implica que cuando se escribieron tales relatos, la mayoría de los individuos que presenciaron el acontecimiento de la resurrección aún estarían vivos y podían testificar la veracidad o falsedad de los hechos. Sin embargo, no se sabe de ningún testigo que intentara desmentir la predicación apostólica.
- La fe de los cristianos: Muchos de los seguidores de Jesús fueron perseguidos, puestos en la cárcel, torturados e incluso martirizados por predicar la resurrección. ¿Hubieran soportado todo esto por una mentira? Si a todas estas evidencias se añade la de las vidas cambiadas de los discípulos, así como la existencia de la propia cristiandad hasta el día de hoy, puede concluirse que un poder sobrenatural actuó en aquel cuerpo sin vida, lo transfiguró y resucitó con el fin de que se cumplieran los planes eternos de Dios.
Escritura
Acerca de este Plan
Vivimos en un mundo cada vez más hostil a la fe. ¿Qué podemos hacer los creyentes? A través de este plan de lectura de 10 días, usted descubrirá algunas de las afirmaciones más importantes de la Apologética para defender su fe con mansedumbre y convicción. Este plan es un extracto del libro "Introducción a la apologética. La evidencia de Dios", de Antonio Cruz.
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Nos gustaría agradecer a Editorial CLIE por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://bit.ly/3MUSumw