Tesoros EspiritualesMuestra

No sé cómo, ni cuándo, ni por qué razón aprendí la Oración de la Serenidad: “Señor, dame el valor para cambiar lo que puedo cambiar, la serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia” Lo que sí sé es que la recitaba de forma continua y en silencio en mi adultez temprana cuando recién había comenzado a laborar en una Compañía Multinacional.

Sin duda alguna, la serenidad era esencial para conservar un empleo exigente y por demás extraordinario, si quería seguir siendo vigente mientras la empresa crecía por todo el continente. Pero también la serenidad es esencial cuando tenemos que escoger entre mejorar nuestro trabajo o dejarlo. En oportunidades, ser audaces y tomar la iniciativa es posible e imperativo. Otras veces la mejor y única opción estratégica es aprovechar al máximo la bendición que tenemos a mano.

El apóstol Pablo aseguró que en Cristo se encontraban "todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento." Por tanto, es a Cristo a quien debes acudir por sabiduría para saber si lo que necesitas en algún momento determinado de tu vida es serenidad o valor.

Por otro lado, el que todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento estén “ocultos” en Cristo no significa que sea imposible descubrirlos. Lo que significa es que para encontrarlos es necesario la revelación de Dios por medio del Espíritu Santo. Ya que Dios es Espíritu, sus verdades nos serán reveladas a través del Espíritu Santo por medio de Su Palabra. Al final, es el Espíritu Santo en tu interior quien te lleva a descubrir los tesoros espirituales que Cristo tiene para ti escondidos en Su Palabra. Si te guías por tus propias experiencias, conocimiento intelectual o por tus sentimientos, la palabra de Dios perderá efectividad en tu vida práctica (Jn. 4:24, 14:26).

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.

Quiero darte las gracias querido (a) amigo (a) por completar este plan devocional. En ConociendoaDios.net oramos por ti, y nuestro deseo de corazón es que haya sido de bendición para tu vida.

Con amor en cristo,

Pr. Juan Carlos Calle

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