Estar quieto: El poder de la Escritura

El poder de la Biblia es extraordinario: una luz para nuestros pies: una guía para nuestro camino (Salmo 119:105)

La Biblia es esencial para un tiempo de quietud efectivo.

No podemos separar estas dos cosas. Debemos acercarnos a la Biblia con la oración, y debemos acercarnos a la oración con la Biblia. El orden no importa; a veces podemos leer antes de orar, otras después de orar. Pero la Biblia debe estar siempre cerca mientras oramos. Tenemos que dar peso a la Biblia en nuestras vidas, permitirle que nos desafíe, nos inspire y nos dé forma a nosotros y a nuestra manera de vivir.

La biblioteca pública de Nueva York alberga una Biblia de Gutenberg, el primer libro sustancial impreso en Occidente, un libro asombroso y casi inapreciable. Se dice que cuando el libro llegó a Nueva York en 1847, al entrar en la aduana y pasar por ella, todo el mundo se puso de pie y se quitó el sombrero en señal de respeto a este extraordinario libro.

En las sinagogas judías los rabinos permanecían sentados para dar un sermón, pero se ponían de pie para leer las Escrituras. Jesús hizo lo mismo; leemos en Lucas 4:16: "Se puso de pie para leer". La tradición hebrea tenía un respeto absoluto a las Escrituras -la Torá-.

Cuando abro la Biblia me quito metafóricamente el sombrero o gorra y me pongo de pie en señal de respeto por lo que tengo entre mis manos, ¡junto a mi café!

En el Salmo 1 el salmista nos anima a meditar en las Escrituras día y noche. ¿Qué significa para ti la palabra “meditación”?

Para algunos la meditación está profundamente arraigada en la idea de la meditación trascendental oriental y la ven como espiritualmente peligrosa, o la descartan como algo que simplemente no es para ellos. En realidad, la meditación tiene profundas raíces en la fe cristiana.

La palabra “meditar” utilizada en este Salmo denota una “rumia verbalizada,” como el arrullo de una paloma, un suave murmullo. La misma palabra se relaciona también con masticar el bolo alimenticio— el proceso por el cual una vaca come hierba de manera que extrae todos los nutrientes.

O quizá es más fácil pensar en esto como si estuviéramos chupando un caramelo duro en lugar de mordiéndolo; si chupamos el caramelo permitimos que todos los sabores inunden nuestra boca y acabamos saboreando plenamente el caramelo. A veces, en mi lectura bíblica diaria, puedo ir machacando el texto en lugar de pararme a meditar y absorber todo el sabor de lo que estoy leyendo.

La meditación bíblica no es vaciar la mente, sino llenarla de pensamientos con la palabra de Dios.

Una forma útil para meditar en la Biblia es memorizarla.

La Biblia se incrusta en nuestro corazón cuando la memorizamos. La palabra de Dios se encuentra a menudo en nuestros dispositivos electrónicos, cerca de nosotros, cuando en realidad estamos llamados a esconder su palabra en nuestros corazones, cosa que podemos hacer al memorizar los versículos de la Biblia. Memorizar las escrituras hace que vayan de la página a nuestra alma, de la cabeza al corazón.

Hay versículos que debemos tener memorizados para que esto nos ayude cuando no podamos dormir por la noche, cuando enfrentemos desafíos, cuando oremos por otros, cuando estemos solos, cuando pasemos por pruebas, los versículos que hemos memorizado nos sostendrán y fortalecerán durante toda la vida.

Escoge un versículo hoy y comprométete a memorizarlo esta semana.