Abrumada por mis bendiciones (Parte 2)Muestra

Abrumada. Así es como se encuentra una madre cualquier día. ¿Y adivina qué? ¡Estamos en buena compañía!

Échale un vistazo a Marcos 6:31-34

Jesús les dijo: "Venid conmigo aparte vosotros solos, a un lugar tranquilo y descansad un poco". Les dijo esto porque había tal cantidad de gente yendo y viniendo que Jesús y sus apóstoles no tenían tiempo ni para comer.

Jesús también pasó por eso. Él te comprende.

Así que fueron solos en la barca a un lugar solitario Pero muchos los vieron salir, los reconocieron y, desde todos los poblados, corrieron por tierra hasta allá y llegaron antes que ellos.

¿Te suena? ¿No es como tu vida en un día cualquiera? Jesús también se sintió abrumado. Él era humano.

Y Él era Dios.

Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas.

Incluso Jesús conocía la necesidad de alejarse. Y nosotros lo necesitamos. Un café con una amiga una vez a la semana durante una hora hará maravillas. Una cita regular con tu marido.

Pero la realidad es que la multitud estará allí esperándonos cuando regresemos. Creo que Jesús supo eso y lo aceptó. ¿De qué otra manera surgiría la compasión en Su corazón?

Oh Jesús. Sé que fuiste humano, como yo, y que pudiste superar el estrés y la presión de la gente por medio de la compasión. Oro para que esa compasión tuya se desarrolle en mi corazón, incluso en este preciso momento para mi 'multitud'. ¡Los días son largos, y la gente me dice que los años son cortos, pero a mí me parecen ser una eternidad! Que mi fuerza venga de la alegría de vivir para ti, incluso cuando todo parezca un desastre a mi alrededor. Que tu compasión y tu ejemplo sean los míos, al enseñar a mis hijos tu amor indefectible.

Salmos 62:11 (NVI) Una cosa ha dicho Dios, y dos veces lo he escuchado: Que tú, oh Dios, eres poderoso.