La Fuente De La EsperanzaMuestra

La fuente de la esperanza

“Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo” (Rom.15:13).

En un mundo lleno de dificultades, ¿cómo podemos tener esperanza? Tal vez te preguntes. La respuesta sigue siendo la misma hoy que hace 2000 años en Belén. Un bebé envuelto en pañales.

Paradójicamente, para que exista la esperanza, desafortunadamente parece que primero tiene que haber desesperanza. En un mundo perfecto no se necesitaría tener esperanza. La liberación llegó para este mundo de forma inmerecida y quizás para muchos, inesperadamente, y para otros, la forma a lo mejor no era la que ellos esperaban o desearían.

Lo cierto es que la esperanza llegó a Belén y fue la mejor manera de sustituir una vez y para siempre, todos los pecados de los hombres desde la primera Navidad. Es por esto, que, aunque las cosas pueden parecer sombrías, la esperanza nace justo en estos lugares.

Así como la oscuridad total no puede contener la luz de una llama diminuta, incluso el más mínimo incremento de Esperanza proporciona alegría y propósito en Dios. Hebreos es una escritura que valdría la pena recordar en estos tiempos: “La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Heb.11: 1).

Observa el paralelo entre "lo que se espera" y "lo que no se ve". Es una especie de paradoja, ¿Cómo poder tener "seguridad" sobre algo que nuestros cinco sentidos no pueden detectar? Es un desafío, pero así es la fe. El lado positivo es que la esperanza, a través de Cristo, está disponible para nosotros sin importar lo que observemos, oigamos o sintamos, pues Cristo está por encima de nuestras circunstancias cualquiera que estas sean.

Tal vez sea por esta razón que la Epístola de Santiago nos persuade a considerar las pruebas como un regalo, porque estas traen consigo la enorme bendición de fortalecer la perseverancia y hacer que la fe florezca (Stgo.1:1-4).

Así que no intentes salir de nada antes de tiempo querido amigo (a), permite que Dios te perfeccione en esta Navidad.