Caminando cerca del Maestro sus últimos díasMuestra
Lunes | María Ester Sánchez Núñez
La higuera que ayer no tenía fruto pero estaba frondosa ¡esta mañana está seca! Los discípulos están sorprendidos. Jesús responde con algo que aparentemente no viene a cuento. Siguen camino a Jerusalén. De nuevo el Maestro les habla y ellos no entienden, pero le siguen.
Pasamos el día en el Templo contestando preguntas de todo tipo por parte de todo el que quiere venir y preguntar. Parece como si Jesús abriese el tiempo de preguntas siendo consciente de que le quedan los días contados.
Los discípulos quieren ir a ver los edificios y no me queda claro si van o no pero Jesús aprovecha la circunstancia para profetizar el fin de aquellas construcciones. Algo que ellos tampoco captan.
Unos gentiles quieren acercarse y verle. De pronto una voz extraña que algunos piensan que es un trueno, otros un ángel, se escucha afirmando y confirmando a Jesús en este preciso instante en el que El se confiesa afligido en gran manera (Jn. 12:27-30).
Y en un momento después, Jesús se sienta a observar a la gente que está ofrendando en el templo. Sólo El sabe el poco tiempo que le queda de vida en la tierra y aún así, se sienta a observar a la gente.
¿Qué le llama la atención?
Por supuesto, lo que nadie más puede ver, pues sólo El es capaz de ver más allá de las apariencias, y de lo obvio (Mc.12:14): ¡la ofrenda de una viuda! Después nos vamos, como tantas otras veces, al Monte de los Olivos y nos enseña con parábolas, como tantas otras veces. El sabe que es la última vez juntos aquí. Nosotros no.
“No dejéis que nadie os engañe...”
“Debéis estar listos...”
“Usar bien lo que recibís...”
“Manteneros firmes hasta el fin...”
“Todo lo que hagáis a un hermano necesitado a mí me lo hacéis...”
“Siervos sabios y fieles...”
Está siendo un día intenso. ¡Voy a necesitar toda una vida para asimilar tanto! Está llegando la hora de la cena. Vamos a casa de Simón el leproso en Betania (Mt. 26:6, Jn. 12:1-3). Allí está Lázaro también invitado y Marta sirviendo ( aunque no es su casa). Un aroma intenso llena la sala y la imagen nos queda grabada en la retina y en la historia. María es criticada. María va a su bola, puede que intuya que le quedan pocas ocasiones de mostrar su devoción a su Amado Maestro y aprovecha... María es defendida:
“¡Dejadla en paz!”.
Judas sale de la casa (Mc. 14:10). Mucha gente viene cuando se entera que estamos cenando aquí con Lázaro, el que hacía nada estaba muerto... (Jn. 12:9).
La mamá burra y el pollino volvieron a su dueño ayer después de estar conmigo (supongo).Yo he decidido seguirte al templo, al monte, a la cena... Me he colado en esta historia y ya no me quiero separar del protagonista ni perderme un instante aunque solo sea como observador, como espectador, pero soy consciente, como María, y aún sin perfume, quiero quedarme a Tus pies mientras pueda...
Acerca de este Plan
¿Alguna vez has pensado cómo sería vivir de cerca aquellos últimos días de Jesús en la tierra? ¿Te gustaría traspasar las fronteras del tiempo y el espacio e imaginarte en los mismos escenarios, escuchando en directo aquellas conversaciones íntimas que hasta ahora sólo has leído? Te invitamos a seguir los acontecimientos relatados en los cuatro evangelios desde una perspectiva nueva.
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Nos gustaría agradecer a la Sociedad Bíblica de España por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.sociedadbiblica.org/