Jesús Te Escogió a Ti.Muestra

Algunas veces nos sentimos así, con corazones ensanchados, con ilusiones grandes, como de tantos sueños y proyectos que aún no llegan, en medio de una generación que no ve posibilidades y solo hay esperanza de que Dios traerá todo.

Noé había recibido una instrucción difícil de creer para otros, pero no para él.

Dios sabía que lo que le dijera a Noé se lo iba a tomar muy en serio. No sé si tal vez como todos nosotros que hemos tenido algunas dudas: ¿lo lograré?, ¿será exactamente como dijo?, pero sé lo que sabía Noé: sabía en su corazón que Dios le había dicho algo muy especial.

Dios le había dado un proyecto enorme y confiaba en que Noé lo lograría.

Me imagino a Noé cada vez que hacía algo para ese gran barco, su cara de felicidad: “estoy construyendo algo muy grande” y al mismo tiempo personas diciendo: “estás perdiendo el tiempo”. Así como ese barco era gigante, así también era el corazón de Noé.

Un corazón grande que día a día crecía para que fuese lleno en el momento justo.

Noé seguro recorría el barco de principio a fin, y decía dentro de sí “un día serás lleno de lo que Dios quiera llenarte”.

Algunas veces Dios ensancha nuestros corazones, hace espacio y nos muestra una amplitud que no se puede ver de manera superficial.

Y así como a Noé, la gente se burlaba, incrédula, veía una construcción abstracta y sin sentido. Pero para Dios era el diseño más hermoso y grande que había hecho un hombre que confió en Él.

Cuando tu corazón parece el arca de Noé, porque está tan grande que puedes albergar todo tipo de proyectos, puedes esperar desprecio de algunos, apoyo de tus allegados, y la aprobación de Dios todopoderoso.

Llegará el día en que esos proyectos se cumplirán y tu corazón verá que valió la pena.

Esperar, construir, ensanchar y creer. Un corazón tan grande puede esperar grandes cosas de Dios. Confía.