Jesús Te Escogió a Ti.Muestra

Pablo ya les había advertido (v:10) “no vayan a este puerto, no es seguro, corremos el riesgo de perder el barco.”

Y como ya sabes, no estamos hablando de un barco, sino de un corazón. Esta vez un corazón impulsivo y un poco terco.

De esas veces cuando te dicen que no hagas eso, pero tú controlas el timón de tu vida, así que igual lo haces.

Lo que ocurre luego es que no sólo hay viento en contra y un huracán que se transforma en tormenta, sino que ahora hay mucho temor y tristeza porque estamos a punto de perder nuestras vidas.

Pablo le da una palabra de confianza de parte de Dios: “no se perderá vuestras vidas, sólo el barco” Este barco se romperá en pedazos, pero ellos podrán llegar a la orilla.

Un día escuché decir a alguien que estimo mucho, “tengo mi corazón en pedazos” No era para menos, había pasado una situación difícil en su vida.

“Y aunque eso se perdió… Eso que te duele… Eso que tanto apreciabas… Eso que pensaste que era tu sueño… No has perdido tu vida”

Hay vida después del corazón roto. No es fácil, es duro. Pero hay vida y una nueva oportunidad.

A pablo Dios le dice: “tienes que presentarte ante el emperador”, o sea, “aún tienes un propósito que cumplir, no puedes morir”.

Y hay una nueva parte de tu corazón que Dios mismo te dará. No reemplazará lo que perdiste, pero será algo nuevo que aprenderás a amar.

Había un barco que había permanecido durante el invierno en esa otra orilla donde llegaron, y ese nuevo barco los llevaría a nuevos lugares.

Es un barco que ya Dios proveyó para ti. No es un reemplazo. Es algo mejor. Aunque tu corazón este hecho pedazos, puedes saber que Dios es experto en restaurar y dar algo nuevo. Confía.

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