Una Navidad desde el pesebreMuestra
Amigos, ¡feliz Navidad!
A pesar de la celebración y las comidas con la familia, hoy celebramos el nacimiento de Jesús, la persona que cambió para siempre el rumbo de la historia, y que además, te hace parte de ella.
El versículo que vemos hoy, profetizó el nacimiento de Jesús, el Mesías prometido, que vino al mundo para salvarnos de nuestros pecados y darnos vida eterna. Cada uno de los adjetivos que describe a Jesús revela algo de su carácter y su obra.
Admirable Consejero: Los que lo escucharon a Jesús por primera vez, dijeron que nadie hablaba como Él; sus palabras tienen un poder que nadie más tiene. Sus palabras son faros de luz en medio de la oscuridad, ofreciendo dirección y sabiduría. Al acercarnos a Él en oración y al adentrarnos y meditar en en Su Palabra, descubrimos que sus consejos son siempre perfectos, apuntando hacia un camino de vida plena y con propósito.
Dios Poderoso: Ante las tormentas de la vida, necesitamos un refugio seguro, un Dios fuerte y poderoso que nos sostenga en medio de las dificultades que se nos presentan en la vida. Jesús es poderoso en su capacidad de fortalecernos en nuestra debilidad. Su fortaleza y poder trasciende cualquier cosa que podamos imaginar. En momentos de temor o debilidad, podemos confiar en la fortaleza del Señor que nos eleva por encima de nuestras circunstancias.
Padre Eterno: En un mundo marcado por relaciones efímeras, Jesús se revela como el Padre Eterno, un amor que no conoce límites de tiempo. Su amor es constante, eterno y siempre disponible. Lo diré de nuevo: siempre disponible. En los momentos de soledad o necesidad, podemos acudir a Él con la confianza de que somos amados con un amor que nunca desvanecerá. Jesús, el Padre Eterno, nos envuelve con su amor y cuidado constante.
Príncipe de Paz: En un mundo lleno de conflictos, dolor, y tensiones, anhelamos paz verdadera. Jesús, el Príncipe de Paz, viene a establecer un reino donde la paz no es solo la ausencia de conflictos, sino la presencia completa de su amor. En medio de las tormentas de la vida, encontramos calma en su presencia. Como dice la canción: “Tu presencia es el cielo para mí”. Al rendir nuestras cargas a Jesús, experimentamos una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Jesús: Él es todo lo que necesitamos, Él es todo lo que anhelamos.
En esta temporada de Navidad, aceptémosle con fe, agradezcámosle con amor, sigámosle con obediencia, y honrémosle con nuestra vida.
Escritura
Acerca de este Plan
Cuando hablamos de la Navidad, ¿qué imagen se te viene a la mente? ¿Cuáles son los elementos que aparecen en tu cabeza? Durante los próximos 5 días descubriremos que no hay figuras aleatorias, ni elementos decorativos, sino que cada detalle, por pequeño que sea, tiene un sentido y propósito en esa escena de la natividad. ¿Te atreves a descubrirlos?
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Nos gustaría agradecer a HappyWeek por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://happyweek.es/