Liberándote de la PornografíaMuestra

¿Ya has experimentado y notado cambios? ¿Cómo de fuerte te sientes para seguir batallando? Cuéntaselo al Señor y después continúa.

Hoy voy a explicarte qué se necesita para establecer propósitos efectivos en nuestra vida. ¿Te ha sucedido que llega fin de año y te haces propósitos que en febrero ya no cumples? A mi también me pasaba. Pero eso es porque no sabemos establecerlos. Hoy te explicaré como se establecen propósitos SMART, esta palabra significa inteligente en inglés y proviene de las siglas: S (specific) M (measurable) A (achievable) R (realistic) T (time-bound).

Específicos: Es algo concreto, nada de generalidades. Un objetivo general es hacer deporte. Uno específico es ir a correr los lunes de 7 a 7 y media. Un general sería leer más la Biblia, su específico podría ser iniciar un plan bíblico de lectura de la biblia en un año y dedicarle todos los días treinta minutos antes de levantarme. ¿Ves la diferencia? Divide tu objetivo general en pequeños y específicos pasos que te ayudarán a llegar a él algún día. Si te haces un propósito la pregunta que resumiría esta característica sería:¿Qué vas a hacer?

Medibles: Que pueda evaluar si lo he llevado a cabo o no y en qué medida. Por ejemplo, yo me puedo proponer ser más parecido a Jesús pero… ¿al final de la semana o el mes cómo sé si lo he sido o no? No tengo manera de medirlo. Así que habrá que transformarlo. Hablar de Jesús a un amigo, pasar tiempo con alguien que está solo esta semana, congregarme o ir a la iglesia un día a mayores del domingo, servir en mi iglesia en una actividad concreta… eso sí puedo medir si lo he hecho o no. Pregúntate con tu propósito:¿Cómo lo evaluarás?

Alcanzable: Significa que el propósito debe de estar dentro de los límites de la realidad y de tus posibilidades. Por ejemplo, quiero sentirme más guapo/a así que voy a cambiar todo mi vestuario. Un maravilloso propósito, pero quizá no tienes el dinero que eso supone y no tiene sentido proponérselo, a lo mejor podrías empezar con un jersey o camisa. O voy a ir a correr a la playa por las mañanas, pero la más cercana está a una hora en coche… no es posible. No es malo ser ambicioso, pero valora siempre tus posibilidades antes de plantearte algo nuevo. ¿Cómo lo vas a hacer?

Realista: Quizá el propósito es alcanzable pero no realista. Por ejemplo, igual puedes fijarte media hora de deporte cada día, claro que eso se puede alcanzar, pero si eres una persona que no hace nada de deporte no es realista pasar de no hacer nada de ejercicio a eso, seguramente encuentres serias dificultades. Lo mismo con un horario estricto o intentar una dieta concreta sin tener en cuenta los hábitos alimenticios de tu familia o la persona que cocina. Si te marcas un objetivo poco realista y no eres capaz de cumplirlo, te desmotivarás muy rápido. ¿Con qué recursos cuentas?

Temporalmente limitados: Si un propósito es concreto debe poder establecerse en un período de tiempo. Por ejemplo, hacer oración cada día durante treinta minutos o limpiar la casa 10 minutos al día. ¿Cuándo lo vas a hacer y durante cuánto tiempo?

Hoy te invito a que revises cómo vas con tus nuevos hábitos, especialmente el deporte y dormir. ¿Cómo sigues? ¿Puedes aumentar el tiempo de deporte? ¿O quizá deberías disminuirlo para ser más constante? ¿Es necesario volver a proponérselos siendo estos propósitos SMART ahora?

Lee el texto de hoy y reformula alguno de tus hábitos si es necesario para que estos se consoliden.

Que Dios te bendiga.