5 Días De HumillaciónMuestra

Por qué humillarnos

¿Dios aborrece?

Cuando hablamos de los atributos de Dios, nos gusta resaltar Su amor, compasión, misericordia y gracia. Sin embargo, muchos ignoramos que hay cosas que Dios aborrece. Sí, leíste bien, Dios aborrece. Proverbios 6:16-19 nos revela seis cosas que el Señor aborrece y aun siete que son abominables o detestables ante Él. En otras palabras, Él no las puede tolerar. De estas 7 cosas quisiéramos enfocarnos en la primera que se menciona, esta es “los ojos altivos". Los ojos altivos aluden a las personas soberbias o como comúnmente conocemos como orgullosas. Dios detesta a los soberbios. Proverbios 16:5 nos expresa esta verdad y nos recuerda que esta acción se considera un pecado grande ante Sus ojos, hasta el punto de que los soberbios no quedarán impunes.

En Marcos 7:20-23 Dios pone la soberbia en la misma categoría que la inmoralidad sexual, el homicidio y el robo. Es sumamente importante entender que una actitud soberbia no nos acercará a Dios, más bien nos separa de Él y, en consecuencia, seremos aborrecidos. Por lo tanto, el primer paso en la humillación es orar y pedirle al Espíritu Santo que alumbre cada área en nuestro interior, donde el orgullo y la soberbia han querido tomar el control.

Tal vez eres un ministro de música, evangelista, pastor, líder de alabanza o simplemente un seguidor de Cristo y, sin darte cuenta, la sed de ser reconocido en medios sociales, en afiches y plataformas, ha dado paso a que la soberbia entre a tu corazón. Tal vez seas víctima de una falsa humildad que se presenta muy bien, pero en tu corazón todavía reina la soberbia. Cualquiera que sea tu condición, entrégala a los pies de Cristo. Tumba las luces y los ornamentos, limpia tu altar y concéntrate en esto. Póstrate ahí, suelta el orgullo, quebrántate ante el Espíritu y humíllate.