El Poder Del PerdónMuestra

Purificando la manera en que nos vemos a nosotros mismos

La forma en que nos vemos a nosotros mismos influye profundamente en nuestra capacidad de perdonar. Jesús nos enseña que "los ojos son la lámpara del cuerpo". Si nuestros ojos son buenos, todo el cuerpo estará lleno de luz. Esto se aplica a la manera en que vemos nuestros errores y nuestras propias vidas. Si nos miramos con dureza, viendo solo nuestras fallas y errores, nos hundimos en la oscuridad. No obstante, si elegimos ver con ojos llenos de luz, de gracia y de compasión, somos capaces de ver la posibilidad del perdón.

Mirarnos a nosotros mismos con "ojos puros" significa dejar de lado el juicio severo y la autocrítica implacable. La mirada pura es aquella que reconoce los errores, pero también ve el potencial de redención y transformación. Cuando vemos nuestras faltas a través de una lente de misericordia, comprendemos que no estamos definidos únicamente por nuestros pecados, sino también por el amor y la gracia de Dios, que siempre nos ofrece una nueva oportunidad.

Este proceso de purificación de la mirada es esencial para el auto perdón. Vernos a nosotros mismos con claridad, a través de la lente de la gracia, nos permite ver más allá de los errores y creer que somos dignos de volver a empezar. Esto no significa ignorar las consecuencias de nuestras acciones, sino reconocer que hay espacio para el crecimiento y el cambio.