La Transformación Del AlmaMuestra

Hola de nuevo, como seres humanos debemos saber que somos espíritu, tenemos un alma y vivimos en un cuerpo. Y aprender a leer o a comprender correctamente nuestro ser, creo que es una de las cosas más importantes que debemos conocer. Pablo nos habló de este tema en una de sus cartas de la siguiente manera, «Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo» (1 Tes. 5:23).

Lamentablemente, el problema de muchos hijos de Dios, es que no logran comprender bien este asunto; es decir, no han sabido entender, o separar, lo que ha sucedido en el espíritu de la persona al nacer de nuevo y lo que debe suceder en el alma mientras estemos en esta tierra, es decir mientras es transformada por la obra del Espíritu Santo.

Muchos sufren una decepción porque escuchan el Evangelio siendo predicado, pero luego analizan sus vidas, lo que están experimentando, y ven que es totalmente opuesto a lo que se les predica. Parte de esta decepción viene porque aquellos que por la Gracia de Dios predicamos o enseñamos el evangelio, no logramos del todo, enseñar correctamente lo sucedido en el espíritu y lo que debe suceder en el alma.

Me explico, desde el comienzo de nuestro despertar a la fe en Jesucristo, debemos hacer un esfuerzo por comprender que todo lo que Dios ha hecho a nuestro favor, lo ha hecho en el espíritu. La obra perfecta, acabada, ha sido hecha en nuestro interior. En la parte que es a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26). Dios es Espíritu (Juan 4:24) y nosotros hemos sido creados como seres espirituales.

Hemos nacido de nuevo en el espíritu. Lo que indica que antes estábamos físicamente vivos, pero espiritualmente muertos. Ahora, tenemos tanto vida física como vida espiritual. Lo que indica que la vida de Dios está en nuestro espíritu. De hecho, el espíritu es lo que realmente somos (Ef.2:1-13).

Todo lo anterior, nos dice que el ser humano no es solamente un alma (Mente, emociones y voluntad). Y tampoco somos cuerpo (del griego Soma) vivimos en uno, pero no somos solo un cuerpo. Es necesario que lo cuidemos correctamente, pero también es necesario que sepamos que no somos solo un cuerpo. El cuerpo es importante porque en términos espirituales es la funda de nuestro espíritu, o podríamos decir que el cuerpo es nuestra funda. «Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta» (Stg. 2:26).

En lo personal me encanta esta ilustración; <<Nuestro cuerpo es como una camisa, si te la quitas, no debería tener vida propia. Si tienes la camisa puesta y mueves un brazo, la camisa también se mueve>>. Nuestro cuerpo es exactamente igual, se mueve porque hay un espíritu habitando en él, pero no porque tenga vida propia.

Ahora, quiero dejar claro que el versículo, no está hablando acerca de la importancia, solía creer que el espíritu es la parte más importante, cosa que yo creía y hasta llegaba a predicar, sino más bien habla de orden cronológico, es decir, primero Dios hace la obra en el espíritu, después esa obra debe continuar en el alma, hasta lograr afectar muestro cuerpo, en esencia en una transformación integral.

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