Que El Mundo CreaMuestra
El Padre y el Hijo son uno
El fútbol es un fenómeno social en Latinoamérica que tiene el poder de unir y dividir a las personas. Mientras que puede generar una gran cohesión, también es causa de conflictos y enfrentamientos entre seguidores.
¿Qué nos une como cristianos? Más allá de nuestras diferencias en tradiciones, teologías o denominaciones, compartimos un vínculo inquebrantable: nuestra unión en Cristo. Así como el Padre y el Hijo son uno, nosotros, como hijos de Dios, estamos llamados a vivir en armonía y unidad.
El ejemplo perfecto
Jesús, en su oración sacerdotal, nos mostró el modelo perfecto de unidad. El Padre y el Hijo están unidos en un amor perfecto, un propósito común y una verdad absoluta. Esta unión no es solo un ideal, sino una realidad que se manifiesta en cada aspecto de su relación:
● Un mismo propósito: Tanto el Padre como el Hijo buscan la gloria de Dios y la salvación de la humanidad: 3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado (Juan 17:3).
● Una misma verdad: Jesús enseñaba la verdad revelada por el Padre, siendo fiel a su intención y propósito: porque les he entregado las palabras que me diste (Juan 17:8).
● Un mismo carácter santo: Ambos comparten una santidad perfecta y un rechazo absoluto al pecado: … él fue tentado en todo igual que nosotros pero sin pecado (Hebreos 4:5). Justos, alegraos en el SEÑOR, y alabad su santo nombre (Salmo 92:17).
● Un amor inquebrantable: El amor que une al Padre y al Hijo es eterno e incondicional: Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo (Juan 17: 24).
Las implicaciones para nosotros
Esta unidad divina tiene profundas implicaciones para nuestra vida como creyentes:
● Glorificar a Dios: Al igual que el Padre y el Hijo, nuestro mayor deseo debe ser glorificar a Dios en todo lo que hacemos.
● Evangelizar: Nuestra misión también debe ser que más personas conozcan al Señor y de esta manera extender Su Reino.
● Proclamar la verdad: La Escritura es nuestra guía infalible. Debemos defender y vivir de acuerdo a sus enseñanzas.
● Vivir en santidad: La santidad es un fruto del Espíritu Santo. Amamos a Dios como respuesta de la salvación dada a nosotros y se manifiesta en fidelidad.
● Amar a los demás: La manifestación del amor auténtico es una marca del verdadero cristiano. El amor es lo que nos mueve a compasión por el otro y nos mantiene en una vida de comunión con Dios.
La unidad de los cristianos es una hermosa realidad que refleja la unidad del Padre y del Hijo. Al vivir en armonía y amor, testificamos al mundo del poder transformador del evangelio. Que el Espíritu Santo nos guíe y nos fortalezca en nuestro caminar hacia una mayor unidad.
Acerca de este Plan
¿Sabías que nuestra unidad es el testimonio más poderoso al mundo? Acompáñanos en este devocional y descubre cómo vivir en armonía con otros creyentes puede transformar nuestra sociedad. Juntos, podemos mostrar al mundo el amor de Cristo.
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Nos gustaría agradecer a TRUE INFLUENCERS por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://conectarglobal.com/