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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkGEN">
 <div class="chapter ch16" data-usfm="GEN.16">
 <div class="label">16</div><div class="s1">Nacimiento de Ismael</div><div class="p"> 1Saray, la mujer de Abr&#225;n, no le hab&#237;a dado hijos. Pero Saray ten&#237;a una esclava egipcia, llamada Agar. 2Y dijo Saray a Abr&#225;n:</div><div class="p">&#8212;El Se&#241;or no me ha permitido tener hijos; acu&#233;state con mi esclava y quiz&#225; podamos tener familia gracias a ella.</div><div class="p">Abr&#225;n acept&#243; su propuesta. 3Diez a&#241;os hab&#237;an transcurrido desde que Abr&#225;n se instal&#243; en Cana&#225;n, cuando Saray, su mujer, tom&#243; a Agar, su esclava egipcia, y se la dio como mujer a Abr&#225;n, su marido. 4Abr&#225;n se acost&#243; con Agar, y ella qued&#243; embarazada. Pero cuando Agar supo que esperaba un hijo, perdi&#243; el respeto a su se&#241;ora.#1 Sm 1,6-7. 5Entonces Saray dijo a Abr&#225;n:</div><div class="p">&#8212;&#161;T&#250; tienes la culpa de que esta me menosprecie! Yo puse a mi esclava en tus brazos y, cuando ella ha visto que espera un hijo, me ha perdido el respeto. &#161;Que el Se&#241;or act&#250;e de juez entre nosotros!</div><div class="p"> 6Abr&#225;n respondi&#243; a Saray:</div><div class="p">&#8212;Mira, la esclava es cosa tuya; haz con ella como mejor te parezca.</div><div class="p">Entonces Saray empez&#243; a tratarla tan mal que Agar tuvo que huir de ella. 7El &#225;ngel del Se&#241;or la encontr&#243; en el desierto, junto a un manantial de agua &#8212;la fuente que hay en el camino de Sur&#8212; #Ex 23,20-33; 32,34; Jue 6,11-24. 8y le pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;Agar, esclava de Saray, &#191;de d&#243;nde vienes y ad&#243;nde vas?</div><div class="p">Ella respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Vengo huyendo de mi se&#241;ora Saray.</div><div class="p"> 9Y el &#225;ngel del Se&#241;or le dijo:</div><div class="p">&#8212;Vuelve con tu se&#241;ora y som&#233;tete a su autoridad.</div><div class="p"> 10Luego a&#241;adi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Multiplicar&#233; tu descendencia de suerte que nadie ser&#225; capaz de contarla.</div><div class="p"> 11Y sigui&#243; diciendo:</div><div class="p">&#8212;Est&#225;s embarazada y dar&#225;s a luz un hijo a quien pondr&#225;s el nombre de Ismael, porque el Se&#241;or escuch&#243; tu aflicci&#243;n. 12Ind&#243;mito como un potro salvaje, luchar&#225; contra todos y todos luchar&#225;n contra &#233;l; y vivir&#225; enfrentado a todos sus hermanos.</div><div class="p"> 13Agar entonces se dijo: &#191;Ser&#225; verdad que yo he visto aqu&#237; a aquel que me ve? Por lo que Agar invoc&#243; al Se&#241;or, que le hab&#237;a hablado, con el nombre de El-Ro&#237;. 14Por eso al pozo aquel, el que se encuentra entre Cad&#233;s y Bared, lo llam&#243; Lajay Ro&#237; &#8212;es decir, Pozo del Viviente que me ve.</div><div class="p"> 15Agar dio un hijo a Abr&#225;n, y Abr&#225;n le puso el nombre de Ismael.#ver Ga 4,22. 16Abr&#225;n ten&#237;a ochenta y seis a&#241;os cuando naci&#243; Ismael.</div>
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 <div class="book bkMAT">
 <div class="chapter ch15" data-usfm="MAT.15">
 <div class="label">15</div><div class="s1">La cuesti&#243;n de las tradiciones</div><div class="r">(Mc 7,1-23)</div><div class="p"> 1Se acercaron a Jes&#250;s unos fariseos y maestros de la ley que proced&#237;an de Jerusal&#233;n, y le preguntaron:</div><div class="p"> 2&#8212;&#191;Por qu&#233; tus disc&#237;pulos violan la tradici&#243;n de nuestros antepasados? &#191;Por qu&#233; no se lavan las manos cuando van a comer?#Lc 11,38.</div><div class="p"> 3Jes&#250;s les respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Y por qu&#233; vosotros, por seguir vuestras propias tradiciones viol&#225;is lo que Dios ha mandado? 4Porque Dios ha dicho: Honra a tu padre y a tu madre; y tambi&#233;n: El que maldiga a su padre o a su madre ser&#225; condenado a muerte.#Ex 20,12; 21,17; Lv 20,9; Dt 5,16 (ver Mt 19,19; Mc 10,19; Lc 18,20; Ef 6,2). 5En cambio, vosotros afirm&#225;is: &#171;Si alguno dice a su padre o a su madre: &#8220;Lo que ten&#237;a reservado para ayudarte lo he convertido en ofrenda para el Templo&#8221;, 6queda liberado de la obligaci&#243;n de prestarles ayuda&#187;. De este modo, con vuestra propia tradici&#243;n anul&#225;is lo que Dios hab&#237;a dispuesto. 7&#161;Hip&#243;critas! Bien profetiz&#243; Isa&#237;as acerca de vosotros cuando dijo:</div><div class="b"></div><div class="q"> 8 Este pueblo me honra de labios afuera,</div><div class="q"> pero su coraz&#243;n est&#225; muy lejos de m&#237;. # Is 29,13 (ver Sal 78,36-37). </div><div class="q"> 9 In&#250;tilmente me rinden culto,</div><div class="q"> pues ense&#241;an doctrinas</div><div class="q"> que solo son preceptos humanos.</div><div class="b"></div><div class="p"> 10Y recabando la atenci&#243;n de la gente, prosigui&#243;:</div><div class="p">&#8212;O&#237;d y entended esto: 11lo que hace impura a una persona no es lo que entra por la boca. Lo que verdaderamente la hace impura es lo que sale de la boca.#12,34.</div><div class="p"> 12Entonces los disc&#237;pulos se acercaron a Jes&#250;s y le preguntaron:</div><div class="p">&#8212;&#191;Sabes que los fariseos se han sentido ofendidos al o&#237;rte?</div><div class="p"> 13Jes&#250;s les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial ser&#225; arrancada de ra&#237;z. 14Dejadlos, pues son ciegos que gu&#237;an a otros ciegos. Y si un ciego gu&#237;a a otro ciego, los dos caer&#225;n en el hoyo.#23,16.24; Lc 6,39; Rm 2,19.</div><div class="p"> 15Pedro pidi&#243; a Jes&#250;s:</div><div class="p">&#8212;Expl&#237;canos qu&#233; significa lo que has dicho.#13,36; Mc 4,10; Lc 8,9.</div><div class="p"> 16Jes&#250;s contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Tampoco vosotros sois capaces de entenderlo? 17&#191;No comprend&#233;is que todo lo que entra por la boca pasa al vientre y va a parar a la letrina? 18En cambio, lo que sale de la boca procede del coraz&#243;n, y eso es lo que hace impura a la persona. 19Porque del coraz&#243;n proceden las malas intenciones, los asesinatos, los adulterios, las inmoralidades sexuales, los robos, las calumnias y las blasfemias. 20Todo esto es lo que hace impura a una persona, y no el sentarse a comer sin haberse lavado las manos.</div><div class="s1">La mujer cananea</div><div class="r">(Mc 7,24-30)</div><div class="p"> 21Jes&#250;s sali&#243; de aquel lugar y se dirigi&#243; a la comarca de Tiro y Sid&#243;n. 22En esto, una mujer cananea que viv&#237;a por aquellos lugares vino a su encuentro gritando:</div><div class="p">&#8212;&#161;Se&#241;or, Hijo de David, ten compasi&#243;n de m&#237;! Mi hija est&#225; pose&#237;da por un demonio que la atormenta terriblemente.#9,27; 20,30; Mc 10,47; Lc 18,38.</div><div class="p"> 23Como Jes&#250;s no le contestaba ni una palabra, los disc&#237;pulos se acercaron a &#233;l y le rogaron:</div><div class="p">&#8212;Ati&#233;ndela, porque no hace m&#225;s que gritar detr&#225;s de nosotros.</div><div class="p"> 24Jes&#250;s entonces dijo:</div><div class="p">&#8212;Dios me ha enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.#10,5-6.</div><div class="p"> 25Pero la mujer, poni&#233;ndose de rodillas delante de Jes&#250;s, le suplic&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#161;Se&#241;or, ay&#250;dame!</div><div class="p"> 26&#201;l le contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;No est&#225; bien quitarles el pan a los hijos para ech&#225;rselo a los perros.</div><div class="p"> 27Ella dijo:</div><div class="p">&#8212;Es cierto, Se&#241;or; pero tambi&#233;n los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.</div><div class="p"> 28Entonces Jes&#250;s le respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#161;Grande es tu fe, mujer! &#161;Que se haga lo que deseas!</div><div class="p">Y su hija qued&#243; curada en aquel mismo instante.#8,10.13; 9,29.</div><div class="s1">Jes&#250;s cura a numerosos enfermos</div><div class="p"> 29Marchando de all&#237;, Jes&#250;s se dirigi&#243; a la orilla del lago de Galilea. Cuando lleg&#243;, subi&#243; al monte y se sent&#243;. 30Se le acerc&#243; mucha gente, trayendo consigo cojos, ciegos, tullidos, mudos y otros muchos enfermos. Los pusieron a los pies de Jes&#250;s, y &#233;l los cur&#243; a todos. 31La gente estaba asombrada al ver que los mudos hablaban, los tullidos recobraban la salud, los cojos andaban y los ciegos ve&#237;an. Y todos alabaron al Dios de Israel.#9,8.</div><div class="s1">Jes&#250;s da de comer a m&#225;s de cuatro mil personas</div><div class="r">(Mc 8,1-10)</div><div class="p"> 32Jes&#250;s llam&#243; a sus disc&#237;pulos y les dijo:</div><div class="p">&#8212;Me da l&#225;stima esta gente.#9,36. Ya hace tres d&#237;as que est&#225;n conmigo y no tienen nada que comer. No quiero que se vayan en ayunas, no sea que desfallezcan por el camino.#14,14-21; Mc 6,32-44; Lc 9,11-17; Jn 6,1-13.</div><div class="p"> 33Los disc&#237;pulos le dijeron:</div><div class="p">&#8212;&#191;No ves que estamos en un lugar apartado? &#191;De d&#243;nde vamos a sacar suficiente pan para dar de comer a toda esta gente?</div><div class="p"> 34Jes&#250;s les pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Cu&#225;ntos panes ten&#233;is?</div><div class="p">Ellos contestaron:</div><div class="p">&#8212;Siete y unos cuantos peces.</div><div class="p"> 35Jes&#250;s dispuso que la gente se sentara en el suelo. 36Luego tom&#243; los siete panes y los peces, dio gracias a Dios, los parti&#243; y se los fue dando a los disc&#237;pulos y estos se los fueron dando a la gente. 37Todos comieron hasta quedar satisfechos; y aun as&#237; se llenaron siete espuertas con los trozos de pan que sobraron. 38Los que comieron en aquella ocasi&#243;n fueron cuatro mil, sin contar las mujeres ni los ni&#241;os. 39Luego Jes&#250;s despidi&#243; a la multitud, subi&#243; a la barca y se fue a la regi&#243;n de Magad&#225;n.#15,39: Magad&#225;n: Localidad desconocida. Algunos mss. dicen: Magdala; otros, Maged&#225;n o Magdal&#225;n.</div>
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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkNEH">
 <div class="chapter ch5" data-usfm="NEH.5">
 <div class="label">5</div><div class="s1">Usura entre el pueblo de Israel</div><div class="p"> 1Se levant&#243; entonces un gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus compatriotas jud&#237;os. 2Hab&#237;a quienes dec&#237;an:</div><div class="p">&#8212;Nosotros, nuestros hijos e hijas somos muchos. Que se nos proporcione cereal para que podamos comer y vivir.</div><div class="p"> 3Otros se quejaban:</div><div class="p">&#8212;Hemos tenido que empe&#241;ar nuestros campos, vi&#241;as y casas para obtener cereal y combatir el hambre.#Lv 25,36-37.</div><div class="p"> 4Y otros se lamentaban:</div><div class="p">&#8212;Hemos tenido que pedir pr&#233;stamos a causa del tributo real sobre nuestros campos y vi&#241;as. 5Somos de la misma raza que nuestros otros compatriotas y nuestros hijos son como los suyos; sin embargo, tenemos que someterlos a servidumbre. Algunas de nuestras hijas se han convertido en esclavas y no hemos podido impedirlo porque nuestros campos y vi&#241;as son de otros.</div><div class="p"> 6Al o&#237;r estas quejas y estos razonamientos me indign&#233; sobremanera 7y, despu&#233;s de reflexionar, recrimin&#233; a los nobles y a las autoridades dici&#233;ndoles:</div><div class="p">&#8212;&#191;C&#243;mo es que exig&#237;s inter&#233;s a vuestros hermanos?</div><div class="p">A rengl&#243;n seguido convoqu&#233; contra ellos una gran asamblea 8y les dije:</div><div class="p">&#8212;Nosotros hemos rescatado, dentro de nuestras posibilidades, a nuestros compatriotas jud&#237;os que hab&#237;an sido vendidos a los paganos; &#161;y ahora vosotros vend&#233;is a vuestros compatriotas para que tengamos que volver a rescatarlos!</div><div class="p">Se callaron porque no ten&#237;an argumentos. 9Yo entonces a&#241;ad&#237;:</div><div class="p">&#8212;No est&#225; bien lo que hac&#233;is. &#191;No deber&#237;ais m&#225;s bien respetar a nuestro Dios para que no nos menosprecien los paganos, nuestros enemigos? 10Yo, mis familiares y mis muchachos, tambi&#233;n les hemos prestado dinero y cereal. &#161;Perdonemos todos las deudas! 11Devolvedles hoy mismo sus campos, sus vi&#241;as, sus olivares y sus casas, as&#237; como cualquier inter&#233;s que hay&#225;is podido cobrarles por el dinero, el cereal, el vino y el aceite.</div><div class="p"> 12Respondieron:</div><div class="p">&#8212;Lo devolveremos y no reclamaremos nada. Haremos como nos pides.</div><div class="p">Mand&#233; llamar a los sacerdotes y les hice jurar que cumplir&#237;an lo prometido. 13Sacud&#237; mi manto y dije:</div><div class="p">&#8212;Sacuda Dios la casa y los bienes de todo aquel que no cumpla esta promesa; que se vea sacudido y despojado.</div><div class="p">&#8212;&#161;Am&#233;n! &#8212;respondi&#243; toda la asamblea.</div><div class="p">Alab&#243; entonces el pueblo al Se&#241;or y cumpli&#243; su promesa.#8,6; Dt 27,15-26; Sal 106,48.</div><div class="p"> 14Desde el d&#237;a en que fui nombrado gobernador de Jud&#225;, a saber, desde el a&#241;o vig&#233;simo al trig&#233;simo segundo del reinado de Artajerjes, doce a&#241;os en total, ni yo ni mis familiares hemos vivido a expensas de lo que corresponde al gobernador. 15Todo lo contrario de los gobernadores que me precedieron y que abrumaron al pueblo cobr&#225;ndole m&#225;s de cuarenta siclos cada d&#237;a por el pan y el vino, adem&#225;s de que sus servidores tiranizaban al pueblo. Yo no actu&#233; de esa manera por respeto a Dios. 16Particip&#233; en los trabajos de reconstrucci&#243;n de la muralla sin adquirir campo alguno; y toda mi gente estaba tambi&#233;n all&#237; colaborando en la obra.</div><div class="p"> 17A mi mesa se sentaban ciento cincuenta comensales, entre jud&#237;os y autoridades, sin contar los que acud&#237;an a nosotros de las naciones de nuestro alrededor.</div><div class="p"> 18Cada d&#237;a se preparaba un buey, seis carneros seleccionados y aves. Se tra&#237;a tambi&#233;n vino en abundancia cada diez d&#237;as y, a pesar de ello, nunca me aprovech&#233; de lo que me correspond&#237;a como gobernador, porque ya era bastante insoportable la carga que pesaba sobre el pueblo.</div><div class="p"> 19&#161;Acu&#233;rdate de m&#237;, Dios m&#237;o, y recomp&#233;nsame por todo lo que he hecho en favor de este pueblo!</div>
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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkACT">
 <div class="chapter ch15" data-usfm="ACT.15">
 <div class="label">15</div><div class="ms2">Asamblea de Jerusal&#233;n (15,1-35)</div><div class="s1">Conflicto en Antioqu&#237;a de Siria</div><div class="p"> 1Por aquel entonces llegaron algunos de Judea que trataban de imponer a los hermanos esta ense&#241;anza:#Gn 17,10-14; Lv 12,3; Ga 5,2.</div><div class="p">&#8212;Si no os circuncid&#225;is conforme a la prescripci&#243;n de Mois&#233;s, no podr&#233;is salvaros.</div><div class="p"> 2Esto origin&#243; graves conflictos y discusiones al opon&#233;rseles Pablo y Bernab&#233;. Se decidi&#243; entonces que Pablo, Bernab&#233; y algunos otros fueran a Jerusal&#233;n para consultar con los ap&#243;stoles y dem&#225;s dirigentes acerca de este asunto.#(ver 9,26-30; 11,30; 18,22; 21,15; Ga 1,18; 2,1).</div><div class="p"> 3Provistos, pues, de lo necesario por la iglesia de Antioqu&#237;a, atravesaron Fenicia y Samar&#237;a, refiriendo c&#243;mo tambi&#233;n los no jud&#237;os se convert&#237;an, noticia esta que caus&#243; gran alegr&#237;a a todos los hermanos. 4Llegados a Jerusal&#233;n, fueron recibidos por la iglesia, los ap&#243;stoles y dem&#225;s dirigentes, a quienes comunicaron todo lo que el Se&#241;or hab&#237;a hecho por medio de ellos.#14,27. 5Pero algunos miembros del partido fariseo que hab&#237;an abrazado la fe intervinieron para decir:</div><div class="p">&#8212;A los no jud&#237;os debe imponerse como obligatoria la circuncisi&#243;n, as&#237; como la observancia de la ley de Mois&#233;s.</div><div class="s1">Reuni&#243;n en Jerusal&#233;n</div><div class="p"> 6Los ap&#243;stoles y los dem&#225;s dirigentes se reunieron en asamblea para examinar esta cuesti&#243;n. 7Despu&#233;s de un largo debate, tom&#243; Pedro la palabra y les dijo:</div><div class="p">&#8212;Sab&#233;is, hermanos, que hace tiempo me escogi&#243; Dios entre vosotros para que anuncie tambi&#233;n el mensaje de la buena nueva a los no jud&#237;os, de modo que puedan abrazar la fe.#10,44-45; 11,15.18. 8Y Dios, que conoce el coraz&#243;n humano, ha mostrado que los acepta al concederles el Esp&#237;ritu Santo lo mismo que a nosotros. 9No ha hecho ninguna diferencia entre ellos y nosotros y ha purificado sus corazones por la fe.#10,14-15.28.34-35. 10As&#237; pues, &#191;por qu&#233; quer&#233;is ahora poner a prueba a Dios, imponiendo a los creyentes una carga que ni vuestros antepasados ni nosotros mismos hemos podido soportar?#Ga 2,16; 5,1-3; Ef 2,5-8. 11No ha de ser as&#237;, pues estamos seguros de que es la gracia de Jes&#250;s, el Se&#241;or, la que nos salva tanto a nosotros como a ellos.</div><div class="p"> 12Toda la asamblea guard&#243; silencio y se dispuso a escuchar la narraci&#243;n que Bernab&#233; y Pablo hicieron de los prodigios y milagros que Dios hab&#237;a realizado por su conducto entre los no jud&#237;os.#14,27. 13Al finalizar su relato, intervino Santiago para decir:</div><div class="p">&#8212;Atendedme, hermanos: 14Sim&#243;n ha contado c&#243;mo, desde el principio, Dios se ha preocupado de los no jud&#237;os, escogiendo entre ellos un pueblo para s&#237;.#Za 2,15; Lc 1,68; Rm 11,16-17; 15,8-12; Ef 2,14; 1 Pe 2,10. 15Esto concuerda con las declaraciones de los profetas, pues la Escritura dice:</div><div class="b"></div><div class="q"> 16 Despu&#233;s de esto volver&#233;</div><div class="q"> y reconstruir&#233; la derruida casa de David.</div><div class="q"> Reconstruir&#233; sus ruinas</div><div class="q"> y la pondr&#233; de nuevo en pie. # 
 Am 9,11-12. </div><div class="q"> 17 Buscar&#225;n as&#237; al Se&#241;or</div><div class="q"> los que hayan quedado,</div><div class="q"> junto con las naciones todas</div><div class="q"> que han sido consagradas a m&#237;.</div><div class="q"> As&#237; lo dice el Se&#241;or</div><div class="q"> que realiza todas estas cosas,</div><div class="q"> 18por &#233;l conocidas desde tiempo inmemorial.#Is 45,21.</div><div class="b"></div><div class="p"> 19Por esta raz&#243;n &#8212;continu&#243; Santiago&#8212;, estimo que no deben imponerse restricciones innecesarias a los que, no siendo jud&#237;os, se convierten a Dios. 20Pero ha de indic&#225;rseles por escrito que se abstengan de contaminarse con los &#237;dolos, as&#237; como de toda clase de inmoralidad sexual, de alimentarse de sangre y de comer carne de animales ahogados.#15,29; 21,25 (ver Lv 17,10-14). 21Porque en esas mismas ciudades hay desde hace ya mucho tiempo quienes leen y proclaman la ley de Mois&#233;s en las sinagogas todos los s&#225;bados.#12,15.</div><div class="s1">Declaraci&#243;n del Concilio</div><div class="p"> 22Entonces los ap&#243;stoles y los dem&#225;s dirigentes, con la aprobaci&#243;n de toda la Iglesia, decidieron escoger algunos de entre ellos y enviarlos a Antioqu&#237;a junto con Pablo y Bernab&#233;. Eligieron a dos hombres de prestigio entre los hermanos: Judas Barsab&#225;s y Silas, 23a quienes encomendaron entregar esta carta:</div><div class="p">&#171;Los ap&#243;stoles y los dem&#225;s hermanos dirigentes env&#237;an saludos a sus hermanos no jud&#237;os de Antioqu&#237;a, Siria y Cilicia. 24Hemos tenido conocimiento de que algunos de aqu&#237;, sin autorizaci&#243;n por nuestra parte, os han inquietado y preocupado con sus ense&#241;anzas#15,24: ense&#241;anzas: Bastantes mss., aunque no los m&#225;s antiguos y mejores, a&#241;aden: mandando que os circuncid&#233;is y observ&#233;is la ley..#15,1 (ver Ga 2,4.12; 5,7). 25Por tal motivo hemos resuelto por unanimidad escoger unos delegados y envi&#225;roslos junto con nuestros queridos Bernab&#233; y Pablo, 26quienes se han dedicado por entero a la causa de nuestro Se&#241;or Jesucristo. 27Os enviamos, pues, a Judas y a Silas, que os transmitir&#225;n de viva voz lo que os decimos en esta carta. 28Es decisi&#243;n del Esp&#237;ritu Santo, y tambi&#233;n nuestra, no imponeros otras obligaciones, aparte de estas que juzgamos imprescindibles: 29abstenerse de lo que haya sido sacrificado a los &#237;dolos, no comer carne de animales ahogados, no alimentarse de sangre, y no cometer ninguna clase de inmoralidad sexual. Har&#233;is bien en prescindir de todo esto. Quedad con Dios&#187;.#15,20.</div><div class="s1">Los delegados informan a la iglesia de Antioqu&#237;a</div><div class="p"> 30Los delegados se pusieron en camino y llegaron a Antioqu&#237;a, donde reunieron a la comunidad y entregaron la misiva. 31La lectura de su contenido proporcion&#243; a todos gran alegr&#237;a y consuelo. 32Judas y Silas, que pose&#237;an el don de profec&#237;a, conversaron largamente con los hermanos con el fin de animarlos y fortalecerlos espiritualmente.#11,27. 33Despu&#233;s de pasar con ellos alg&#250;n tiempo, fueron despedidos con mucho afecto por los hermanos y regresaron al punto de partida.#15,33: al punto de partida: Algunos mss. griegos a&#241;aden el v. 34 que dice: Pero Silas decidi&#243; quedarse con ellos. Y algunos otros mss. a&#241;aden tambi&#233;n: y Judas regres&#243; solo. 35En cuanto a Pablo y Bernab&#233;, permanecieron en Antioqu&#237;a, ense&#241;ando y proclamando, junto con otros muchos, el mensaje del Se&#241;or.#14,28.</div><div class="ms2">Segundo viaje misionero de Pablo (15,36&#8211;18,22)</div><div class="s1">Pablo y Bernab&#233; se separan</div><div class="p"> 36Pasado alg&#250;n tiempo, dijo Pablo a Bernab&#233;:</div><div class="p">&#8212;Deber&#237;amos volver a todas las ciudades en las que anunciamos el mensaje del Se&#241;or, para visitar a los hermanos y ver c&#243;mo marchan.</div><div class="p"> 37Bernab&#233; quer&#237;a que Juan Marcos los acompa&#241;ara.#4,36; 12,12; 13,13. 38Pablo, sin embargo, opin&#243; que no deb&#237;an llevar en su compa&#241;&#237;a a quien los hab&#237;a abandonado en Panfilia renunciando a colaborar con ellos en la tarea apost&#243;lica. 39Esto provoc&#243; entre ambos tan fuerte discusi&#243;n, que llegaron a separarse. Bernab&#233; tom&#243; consigo a Marcos y se embarc&#243; para Chipre. 40Pablo, por su parte, escogi&#243; como compa&#241;ero a Silas y, una vez que los hermanos le encomendaron a la protecci&#243;n del Se&#241;or, emprendi&#243; la marcha.#14,26. 41Inici&#243; su recorrido por Siria y Cilicia, donde confirm&#243; en la fe a las iglesias.</div>
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