Oh pueblo de Israel, no te alegres como lo hacen otras naciones. Pues has sido infiel a tu Dios, alquilándote como una prostituta y rindiendo culto a otros dioses en cada campo de trillar. Ahora tus cosechas serán insuficientes para alimentarte; no habrá uvas para hacer vino nuevo. Ya no podrás quedarte aquí en la tierra del SEÑOR. En cambio, volverás a Egipto, y en Asiria comerás alimentos ceremonialmente impuros. Allí no presentarás ofrendas de vino al SEÑOR, y ninguno de tus sacrificios le agradará. Serás inmundo como el alimento tocado por una persona que está de luto. Todo el que presente tales sacrificios quedará contaminado. Ellos mismos podrán comer esta comida, pero no podrán ofrecerla al SEÑOR. Entonces, ¿qué harás en los días de los festivales? ¿Cómo celebrarás los festivales del SEÑOR? Aunque escapes de la destrucción a manos de Asiria, Egipto te vencerá y Menfis te enterrará. La ortiga se apoderará de tus tesoros de plata y la zarza invadirá tus casas arruinadas. Ha llegado la hora del castigo de Israel; ha llegado el día del pago merecido. Pronto Israel se dará perfecta cuenta de esto. A causa de tu gran pecado y hostilidad dices: «¡Los profetas están locos y los hombres inspirados son necios!». El profeta es un centinela sobre Israel para mi Dios, sin embargo, dondequiera que va le tienden trampas. Hasta en la casa de Dios enfrenta hostilidad. Lo que hace mi pueblo es tan depravado como lo que se hizo en Guibeá hace mucho tiempo. Dios no olvidará; sin falta los castigará por sus pecados. Dice el SEÑOR: «Oh Israel, cuando te encontré por primera vez, fue como encontrar uvas frescas en el desierto. Cuando vi a tus antepasados, fue como ver los primeros higos maduros de la temporada. Pero después me abandonaron por Baal-peor y se entregaron a ese ídolo vergonzoso. En poco tiempo se volvieron viles, tan viles como el dios al que rinden culto. La gloria de Israel saldrá volando como un ave, porque tus hijos no nacerán, ni crecerán en la matriz, ni siquiera serán concebidos. Aunque algunos de tus hijos lleguen a crecer, yo te los arrebataré. Será un día terrible cuando me aleje y te deje solo. He visto a Israel llegar a ser tan hermoso como Tiro. Pero ahora Israel sacará a sus hijos para ser masacrados». Oh SEÑOR, ¿qué debería pedir para tu pueblo? Pediré matrices que no den a luz y pechos que no den leche.
Leer Oseas 9
Escuchar Oseas 9
Compartir
Comparar todas las versiones: Oseas 9:1-14
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos