No dejes de disciplinar a tus hijos; la vara de castigo no los matará. La disciplina física bien puede salvarlos de la muerte. Hijo mío, si tu corazón es sabio, ¡mi propio corazón saltará de alegría! Todo mi ser celebrará cuando hables con rectitud. No envidies a los pecadores; en cambio, teme siempre al SEÑOR. Si lo haces, serás recompensado; tu esperanza no se frustrará. Hijo mío, presta atención y sé sabio: mantén tu corazón en el camino recto. No andes de juerga con borrachos ni festejes con glotones, porque van camino a la pobreza, y por dormir tanto, vestirán harapos. Escucha a tu padre, que te dio la vida, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana. Adquiere la verdad y nunca la vendas; consigue también sabiduría, disciplina y buen juicio. El padre de hijos justos tiene motivos para alegrarse. ¡Qué satisfacción es tener hijos sabios! ¡Por eso, alegra a tu padre y a tu madre! Que sea feliz la que te dio a luz. Oh, hijo mío, dame tu corazón; que tus ojos se deleiten en seguir mis caminos. Una prostituta es una trampa peligrosa; la mujer promiscua es tan peligrosa como caer en un pozo estrecho. Se esconde y espera como lo hace un ladrón, ansiosa por hacer que más hombres sean infieles.
Leer Proverbios 23
Escuchar Proverbios 23
Compartir
Comparar todas las versiones: Proverbios 23:13-28
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos