Proverbios 23:13-28
Proverbios 23:13-28 Reina Valera Contemporánea (RVC)
No dejes de corregir al joven, que no va a morirse si lo castigas con vara. Al contrario, castígalo con vara y lo librarás de caer en el sepulcro. Hijo mío, si en tu corazón eres sabio, eso alegrará también mi corazón. En mi interior sentiré gran alegría cuando con tus labios digas lo que es justo. No abrigues en ti envidia por los pecadores, sino manténte siempre en el temor del Señor. Lo cierto es que hay un futuro, y tu esperanza no se verá frustrada. Hijo mío, escúchame y adquiere sabiduría. Deja que tu corazón enderece el rumbo. No te juntes con los que se hartan de vino ni con los que se atiborran de carne, porque unos y otros se quedarán pobres, y por indolentes acabarán cubiertos de harapos. Escucha al padre que te dio la vida, y no menosprecies a tu anciana madre. La verdad y la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia, son algo que debes comprar y nunca vender. El padre del justo siente gran alegría; el que engendra un hijo sabio se regocija. ¡Haz que tu padre y tu madre se alegren! ¡Haz que se regocije la madre que te dio a luz! Hijo mío, entrégame tu corazón, y no apartes la mirada de mis caminos. Porque la ramera es un abismo profundo; la mujer ajena es un pozo estrecho. Siempre está al acecho, como los ladrones, y hace que el pecado aumente entre los hombres.
Proverbios 23:13-28 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol. Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrará el corazón; Mis entrañas también se alegrarán Cuando tus labios hablaren cosas rectas. No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo; Porque ciertamente hay fin, Y tu esperanza no será cortada. Oye, hijo mío, y sé sabio, Y endereza tu corazón al camino. No estés con los bebedores de vino, Ni con los comedores de carne; Porque el bebedor y el comilón empobrecerán, Y el sueño hará vestir vestidos rotos. Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies. Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia. Mucho se alegrará el padre del justo, Y el que engendra sabio se gozará con él. Alégrense tu padre y tu madre, Y gócese la que te dio a luz. Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos. Porque abismo profundo es la ramera, Y pozo angosto la extraña. También ella, como robador, acecha, Y multiplica entre los hombres los prevaricadores.
Proverbios 23:13-28 Nueva Traducción Viviente (NTV)
No dejes de disciplinar a tus hijos; la vara de castigo no los matará. La disciplina física bien puede salvarlos de la muerte. Hijo mío, si tu corazón es sabio, ¡mi propio corazón saltará de alegría! Todo mi ser celebrará cuando hables con rectitud. No envidies a los pecadores; en cambio, teme siempre al SEÑOR. Si lo haces, serás recompensado; tu esperanza no se frustrará. Hijo mío, presta atención y sé sabio: mantén tu corazón en el camino recto. No andes de juerga con borrachos ni festejes con glotones, porque van camino a la pobreza, y por dormir tanto, vestirán harapos. Escucha a tu padre, que te dio la vida, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana. Adquiere la verdad y nunca la vendas; consigue también sabiduría, disciplina y buen juicio. El padre de hijos justos tiene motivos para alegrarse. ¡Qué satisfacción es tener hijos sabios! ¡Por eso, alegra a tu padre y a tu madre! Que sea feliz la que te dio a luz. Oh, hijo mío, dame tu corazón; que tus ojos se deleiten en seguir mis caminos. Una prostituta es una trampa peligrosa; la mujer promiscua es tan peligrosa como caer en un pozo estrecho. Se esconde y espera como lo hace un ladrón, ansiosa por hacer que más hombres sean infieles.
Proverbios 23:13-28 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
No dejes de disciplinar al joven; si lo castigas con vara, no se morirá. Castígalo con vara y así lo librarás de la muerte. Hijo mío, si tu corazón es sabio, también mi corazón se regocijará; en lo íntimo de mi ser me alegraré cuando tus labios hablen con rectitud. No envidies en tu corazón a los pecadores; más bien, muéstrate siempre celoso en el temor del SEÑOR. Cuentas con una esperanza futura, la cual no será destruida. Hijo mío, presta atención y sé sabio; mantén tu corazón en lo que es correcto. No te juntes con los que beben mucho vino ni con los que se hartan de carne, pues borrachos y glotones, por su indolencia, acaban harapientos y en la pobreza. Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana. Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas! El padre del justo experimenta gran regocijo; quien tiene un hijo sabio se deleita en él. ¡Que se alegren tu padre y tu madre! ¡Que se regocije la que te dio la vida! Dame, hijo mío, tu atención y no pierdas de vista mi ejemplo. Porque fosa profunda es la prostituta, y estrecho pozo, la mujer ajena. Se pone al acecho, como un bandido, y multiplica la infidelidad de los hombres.
Proverbios 23:13-28 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
A los niños hay que corregirlos. Unos buenos golpes no los matarán, pero sí los librarán de la muerte. Querido jovencito, cuando alcances la sabiduría, seré muy feliz. Muy grande será mi alegría cuando hables como se debe. No envidies a los pecadores, y obedece siempre a Dios; así tu futuro será feliz. Querido jovencito, préstame atención, actúa con inteligencia, y no dejes de hacer el bien. No te juntes con borrachos ni te hagas amigo de glotones, pues unos y otros acaban en la ruina. Presta atención a tus padres, pues ellos te dieron la vida; y cuando lleguen a viejos, no los abandones. Acumula verdad y sabiduría, disciplina y entendimiento, ¡y no los cambies por nada! El hijo bueno y sabio es motivo de gran alegría para su padre y su madre que le dieron la vida. Querido jovencito, prométeme que pensarás en mis consejos y harás tuyas mis enseñanzas. No hay nada más angustioso que enredarse con la mujer infiel. Esa mujer es como los bandidos: se esconde para atrapar a sus víctimas, y una a una las hace caer en sus redes.
Proverbios 23:13-28 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
No dejes de corregir al joven, que unos cuantos azotes no lo matarán; por el contrario, si lo corriges, lo librarás de la muerte. Cuando alcances la sabiduría, hijo mío, no habrá nadie más feliz que yo; sentiré una profunda alegría al oírte hablar como es debido. No tengas envidia de los pecadores; antes bien, honra siempre al Señor; entonces tendrás un buen fin y tu esperanza jamás será destruida. Atiende bien, hijo mío, y aprende; procura seguir el buen camino. No te juntes con los borrachos ni con los que comen demasiado, pues los borrachos y los glotones acaban en la ruina, y los perezosos se visten de harapos. Atiende a tu padre, que te engendró; no desprecies a tu madre cuando sea anciana. Compra la verdad y la sabiduría, la instrucción y el entendimiento, ¡y no los vendas! El padre del hijo bueno y sabio tiene razón para estar feliz y orgulloso; ¡haz, pues, que tu padre y tu madre se sientan felices y orgullosos! Pon toda tu atención en mí, hijo mío, y mira con buenos ojos mi ejemplo; porque la mujer extraña, la prostituta, es como un pozo profundo y angosto; se pone al acecho, como un ladrón, y hace que muchos hombres se pierdan.
Proverbios 23:13-28 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶No escatimes la disciplina del niño; aunque lo castigues con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol. ¶Hijo mío, si tu corazón es sabio, mi corazón también se me alegrará; y se regocijarán mis entrañas cuando tus labios hablen lo que es recto. ¶No envidie tu corazón a los pecadores, antes vive siempre en el temor del SEÑOR; porque ciertamente hay un futuro, y tu esperanza no será cortada. Escucha, hijo mío, y sé sabio, y dirige tu corazón por el buen camino. No estés con los bebedores de vino, ni con los comilones de carne, porque el borracho y el glotón se empobrecerán, y la somnolencia se vestirá de harapos. ¶Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando envejezca. Compra la verdad y no la vendas, adquiere sabiduría, instrucción e inteligencia. ¶El padre del justo se regocijará en gran manera, y el que engendra un sabio se alegrará en él. Alégrense tu padre y tu madre, y regocíjese la que te dio a luz. ¶Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos se deleiten en mis caminos. Porque fosa profunda es la ramera, y pozo angosto es la mujer desconocida. Ciertamente como ladrón acecha, y multiplica los infieles entre los hombres.