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Salmos 89:1-37

Salmos 89:1-37 RVC

Por siempre alabaré la misericordia del Señor; de una generación a otra, mis labios exaltarán tu fidelidad. Por siempre afirmaré que tu misericordia se mantendrá firme en los cielos, y que en ellos se afirmará tu verdad. Tu dijiste: «He hecho un pacto con mi escogido. A mi siervo David le hice este juramento: “Confirmaré tu descendencia para siempre, y afirmaré tu trono por todas las generaciones.”» Señor, los cielos celebran tus maravillas; la congregación de los santos proclama tu verdad. ¿Quién, Señor, se iguala a ti en los cielos? ¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¡Dios temible en el concilio de los santos! ¡Dios grande y terrible sobre cuantos lo rodean! Poderoso Señor, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? ¡Tu fidelidad te rodea! Tú dominas la violencia del mar; cuando sus ondas se agitan, tú las sosiegas. Tú aplastaste a Rajab y lo heriste de muerte; con tu brazo poderoso dispersaste a tus enemigos. Tuyos son los cielos, tuya también la tierra y el mundo y su plenitud, pues tú lo fundaste. Tú creaste el norte y el sur; los montes Tabor y Hermón alaban tu nombre. Tuyo es el brazo poderoso; fuerte es tu mano, y exaltada tu diestra. Tu trono se basa en la justicia y el derecho; la misericordia y la verdad son tus heraldos. ¡Dichoso el pueblo que sabe aclamarte, y que anda, Señor, a la luz de tu rostro! En tu nombre se alegrará todo el día, y en tu justicia será enaltecido. Tú eres la gloria de nuestro poder; por tu buena voluntad acrecientas nuestra fuerza. Tú, Señor, eres nuestro escudo; tú, Santo de Israel, eres nuestro rey. En una visión dijiste a tus santos: «He brindado mi apoyo a un guerrero; he escogido a un joven de mi pueblo. He encontrado a mi siervo David, y lo he ungido con mi santa unción. Mi mano estará siempre con él; mi brazo siempre lo fortalecerá. No lo sorprenderá el enemigo, ni le hará daño ningún malvado; más bien, él derrotará a sus enemigos y herirá de muerte a los que lo aborrecen. Mi verdad y misericordia estarán con él, y su poder será exaltado en mi nombre. Con su mano izquierda dominará sobre el mar, y con su mano derecha dominará sobre los ríos. Él me dirá: “Tú eres mi padre. Eres mi Dios, la roca de mi salvación”, y yo lo declararé mi primogénito, ¡el más excelso de los reyes de la tierra! Siempre seré con él misericordioso, y mi pacto con él se mantendrá firme. Su descendencia permanecerá para siempre, y su trono durará mientras el cielo exista. »Pero si sus hijos se apartan de mi ley y no andan conforme a mis decretos, si transgreden mis estatutos y no cumplen mis mandamientos, yo los castigaré por su rebelión; ¡los azotaré por sus iniquidades! »Pero no apartaré de David mi misericordia, ni faltaré a mi verdad. No me olvidaré de mi pacto, ni me retractaré de lo que he prometido. Una vez he jurado por mi santidad, y no le mentiré a David. Su descendencia permanecerá para siempre; su trono estará ante mí, como el sol; firme para siempre, como la luna; ¡como un testigo fiel en el cielo!»