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Salmos 29:1-11

Salmos 29:1-11 TLA

1-2 (1b-2) Ustedes, que en el cielo están al servicio de Dios, denle la honra que merece, reconozcan su poder y adórenlo en su hermoso templo. La voz de nuestro Dios, Dios de la gloria, retumba como el trueno sobre los grandes océanos. La voz de nuestro Dios retumba con fuerza; la voz de nuestro Dios retumba con poder. La voz de nuestro Dios derriba los cedros; nuestro Dios derriba los cedros del Líbano. A los montes Líbano y Hermón los hace saltar como terneros, ¡como si fueran toros salvajes! La voz de nuestro Dios lanza llamas de fuego; la voz de Dios sacude el desierto; ¡nuestro Dios sacude el desierto de Cadés! La voz de Dios retuerce los robles y deja sin árboles los bosques. Nuestro Dios es el rey de las lluvias; él se sienta en su trono para reinar por siempre. En su templo todos lo alaban, y desde allí le pedimos que nos llene de fuerzas y nos bendiga con su paz.