Tocad trompeta en Sión,
promulgad ayuno, convocad asamblea,
reunid al pueblo, santificad la asamblea,
congregad a los ancianos,
reunid a los pequeños y a los niños de pecho.
Salga el novio de su aposento
y la novia de su alcoba.
Entre el pórtico y el altar,
lloren los sacerdotes, ministros del SEÑOR,
y digan: Perdona, oh SEÑOR, a tu pueblo,
y no entregues tu heredad al oprobio,
a la burla entre las naciones.
¿Por qué han de decir entre los pueblos:
«Dónde está su Dios»?
EÑOR
¶Entonces el SEÑOR se llenará de celo por su tierra,
y tendrá piedad de su pueblo.
El SEÑOR responderá, y dirá a su pueblo:
He aquí, yo os enviaré grano, mosto y aceite,
y os saciaréis de ello,
y nunca más os entregaré al oprobio entre las naciones.
Al ejército del norte lo alejaré de vosotros
y lo echaré a una tierra árida y desolada,
su vanguardia hacia el mar oriental,
y su retaguardia hacia el mar occidental.
Y ascenderá su hedor y subirá su fetidez,
porque ha hecho terribles cosas.
¶No temas, oh tierra, regocíjate y alégrate,
porque el SEÑOR ha hecho grandes cosas.
No temáis, bestias del campo,
porque los pastos del desierto han reverdecido,
porque el árbol ha dado su fruto,
la higuera y la vid han producido en abundancia.
Hijos de Sión, regocijaos
y alegraos en el SEÑOR vuestro Dios;
porque Él os ha dado la lluvia temprana para vuestra vindicación,
y ha hecho descender para vosotros la lluvia,
la lluvia temprana y la tardía como en el principio.
Y las eras se llenarán de grano,
y las tinajas rebosarán de mosto y de aceite virgen.
Entonces os compensaré por los años
que ha comido la langosta,
el pulgón, el saltón y la oruga,
mi gran ejército, que envié contra vosotros.