¶Bendito sea el SEÑOR, porque ha oído la voz de mis súplicas. El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; en Él confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico. El SEÑOR es la fuerza de su pueblo, y Él es defensa salvadora de su ungido.
Leer Salmo 28
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmo 28:6-8
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos