Sean avergonzados y consumidos los enemigos de mi alma;
sean cubiertos de afrenta y de ignominia los que procuran mi mal.
Mas yo esperaré continuamente,
y aún te alabaré más y más.
Todo el día contará mi boca
de tu justicia y de tu salvación,
porque son innumerables.
Vendré con los hechos poderosos de DIOS el Señor;
haré mención de tu justicia, de la tuya sola.
¶Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud,
y hasta ahora he anunciado tus maravillas.
Y aun en la vejez y las canas, no me desampares, oh Dios,
hasta que anuncie tu poder a esta generación,
tu poderío a todos los que han de venir.
Porque tu justicia, oh Dios, alcanza hasta los cielos,
tú que has hecho grandes cosas;
oh Dios, ¿quién como tú?
Tú que me has hecho ver muchas angustias y aflicciones,
me volverás a dar vida,
y me levantarás de nuevo de las profundidades de la tierra.
Aumenta tú mi grandeza,
y vuelve a consolarme.
¶Y yo te daré gracias con el arpa,
cantaré tu verdad, Dios mío;
a ti cantaré alabanzas con la lira,
oh Santo de Israel.
Darán voces de júbilo mis labios, cuando te cante alabanzas,
y mi alma, que tú has redimido.
También mi lengua hablará de tu justicia todo el día,
porque han sido avergonzados, porque han sido humillados, los que procuran mi mal.