Salmos 59:1-10
Salmos 59:1-10 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (2) Dios mío, sálvame de mis enemigos; protégeme de los que me atacan. 2 (3) Sálvame de esos malhechores; líbrame de esos asesinos. 3 (4) Dios mío, ¡mira a esa gente cruel, que se ha puesto en mi contra! Aunque no he hecho nada malo, solo esperan el momento de matarme; 4 (5) aunque no he hecho nada malo, se apresuran a atacarme. ¡Despiértate ya! ¡Ven a ayudarme! ¡Mira cómo me encuentro! 5 (6) Tú eres el Dios del universo, ¡eres el Dios de Israel! ¡Despiértate ya! ¡Castiga a todas las naciones! ¡No les tengas lástima a esos malvados traidores! 6 (7) Cuando llega la noche, regresan gruñendo como perros y dan vueltas por la ciudad. 7 (8) Hablan solo por hablar, y hieren con sus palabras, creyendo que nadie los oye. 8 (9) Pero tú, Dios nuestro, te burlas de ellos; te ríes de todas las naciones. 9 (10) Yo pongo en ti mi confianza, pues tú eres mi fortaleza. ¡Tú, Dios mío, eres mi protector! 10 (11) ¡Tú, Dios mío, me amas, y saldrás a mi encuentro! ¡Con tu ayuda veré derrotados a todos mis enemigos!
Salmos 59:1-10 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; Ponme a salvo de los que se levantan contra mí. Líbrame de los que cometen iniquidad, Y sálvame de hombres sanguinarios. Porque he aquí están acechando mi vida; Se han juntado contra mí poderosos. No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová; Sin delito mío corren y se aperciben. Despierta para venir a mi encuentro, y mira. Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, Despierta para castigar a todas las naciones; No tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. Selah Volverán a la tarde, ladrarán como perros, Y rodearán la ciudad. He aquí proferirán con su boca; Espadas hay en sus labios, Porque dicen: ¿Quién oye? Mas tú, Jehová, te reirás de ellos; Te burlarás de todas las naciones. A causa del poder del enemigo esperaré en ti, Porque Dios es mi defensa. El Dios de mi misericordia irá delante de mí; Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo.
Salmos 59:1-10 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Líbrame de mis enemigos, oh Dios; protégeme de los que me atacan. Líbrame de los malhechores; sálvame de los asesinos. ¡Mira cómo me acechan! Hombres crueles conspiran contra mí sin que yo, SEÑOR, haya delinquido ni pecado. Presurosos se disponen a atacarme sin que yo haya cometido mal alguno. ¡Levántate y ven en mi ayuda! ¡Mira mi condición! Tú, SEÑOR, eres el Dios de los Ejércitos, eres el Dios de Israel. ¡Despiértate y castiga a todas las naciones; no tengas compasión de esos malvados traidores! Selah Porque ellos vuelven al atardecer, aúllan como perros y merodean la ciudad. Echan espuma por la boca, lanzan espadas por sus fauces y dicen: «¿Quién va a oírnos?». Pero tú, SEÑOR, te ríes de ellos; te burlas de todas las naciones. A ti, fortaleza mía, vuelvo los ojos, pues tú, oh Dios, eres mi refugio. Tú eres el Dios en quien puedo confiar.
Salmos 59:1-10 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Dios mío, ¡líbrame de mis enemigos! ¡Ponme a salvo de los que me atacan! ¡Líbrame de los que cometen iniquidad! ¡Sálvame de esa gente sanguinaria! Gente poderosa se ha juntado contra mí, y me acecha para quitarme la vida. Y no es, Señor, por faltas o pecados míos; presurosos, se disponen a atacarme sin que yo haya cometido ningún delito. ¡Míralos! ¡Despierta y ven a mi encuentro! Tú eres el Señor, el Dios de los ejércitos; ¡tú eres el Dios de Israel! ¡Despierta y castiga a todas las naciones! ¡No tengas misericordia alguna de todos esos malvados y rebeldes! Llegan por la noche, ladrando como perros, y rondan por toda la ciudad. De su hocico salen gruñidos; con sus fauces lanzan hirientes puñales, mientras mascullan: «¿Y quién va a oírnos?» Pero tú, Señor, te burlarás de ellos; ¡dejarás en ridículo a todas las naciones! Con tu poder, Dios mío, me siento protegido; ¡tú, Dios mío, eres mi defensa! Tú, Dios misericordioso, vienes a mi encuentro para hacerme ver derrotados a mis enemigos.
Salmos 59:1-10 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (2) Dios mío, líbrame de mis enemigos; ponme a salvo de mis agresores. 2 (3) Líbrame de los malhechores, sálvame de los asesinos, 3 (4) porque hay hombres poderosos que esperan el momento de matarme. Señor, no he sido rebelde ni he pecado; 4 (5) no he hecho nada malo, y, sin embargo, se apresuran a atacarme. ¡Despierta! ¡Ven a mi encuentro y mira! 5 (6) Tú, Señor, Dios todopoderoso, Dios de Israel, despierta y castiga a esos paganos; no tengas compasión de esos malvados traidores. 6 (7) Regresan por la noche, ladrando como perros, y rondan la ciudad. 7 (8) Echando espuma por la boca, dicen con tono hiriente: «¡No hay nadie que nos oiga!» 8 (9) Pero tú, Señor, te ríes de ellos; tú te burlas de esos paganos. 9 (10) En ti estaré protegido, Dios mío, pues tú eres mi fortaleza y protección. 10 (11) El Dios que me ama vendrá a mi encuentro; me hará ver la derrota de mis enemigos.
Salmos 59:1-10 La Biblia de las Américas (LBLA)
Líbrame de mis enemigos, Dios mío; ponme a salvo en lo alto, lejos de los que se levantan contra mí. Líbrame de los que hacen iniquidad, y sálvame de los hombres sanguinarios. Porque, he aquí, han puesto emboscada contra mi vida; hombres feroces me atacan, pero no es por mi transgresión, ni por mi pecado, SEÑOR. Sin culpa mía, corren y se preparan contra mí. Despierta para ayudarme, y mira. Tú, SEÑOR, Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas piedad de ningún inicuo traidor. (Selah ) Regresan al anochecer, aúllan como perros, y rondan por la ciudad. He aquí, se jactan con su boca; espadas hay en sus labios, pues dicen: ¿Quién oye? Mas tú, oh SEÑOR, te ríes de ellos; te burlas de todas las naciones. ¶A causa de su fuerza esperaré en ti, porque Dios es mi baluarte. Mi Dios en su misericordia vendrá a mi encuentro; Dios me permitirá mirar victorioso sobre mis enemigos.
Salmos 59:1-10 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Rescátame de mis enemigos, oh Dios; protégeme de los que han venido a destruirme. Rescátame de estos criminales; sálvame de estos asesinos. Me han tendido una emboscada. Enemigos feroces están a la espera, SEÑOR, aunque yo no pequé ni los he ofendido. No hice nada malo, sin embargo, se preparan para atacarme. ¡Despierta! ¡Mira lo que sucede y ayúdame! Oh SEÑOR, Dios de los Ejércitos Celestiales, el Dios de Israel, despierta y castiga a esas naciones hostiles; no tengas misericordia de los traidores malvados. Interludio Salen de noche gruñendo como perros feroces mientras merodean por las calles. Escucha la basura que sale de sus bocas; sus palabras cortan como espadas. Dicen con desdén: «Después de todo, ¿quién puede oírnos?». Pero tú SEÑOR, te ríes de ellos; te burlas de las naciones hostiles. Tú eres mi fuerza; espero que me rescates, porque tú, oh Dios, eres mi fortaleza. En su amor inagotable, mi Dios estará a mi lado y me dejará mirar triunfante a todos mis enemigos.