Antiguo y NuevoMuestra
Ahora, adoramos en espíritu y en verdad
El Nuevo Pacto ya no es lugar específico. Usted puede disfrutar de una visita a la tierra de Israel y a la antigua ciudad santa de Jerusalén, y espero que algún día lo pueda hacer, porque entenderá mucho mejor los acontecimientos de la Biblia, pero no tiene la obligación de hacer ese peregrinaje.
Jesús mismo le explicó esto a una mujer samaritana que al parecer quería iniciar una discusión sobre qué sitio en el antiguo Oriente Medio era el verdadero lugar para la adoración. Jesús le dijo: “la hora viene cuando ni en este monte [es decir, el monte Gerizim en Samaria] ni en Jerusalén adoraréis al Padre. . . . Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren” (Juan 4:21,24).
Dios ya no localiza su presencia por medio de una nube brillante de gloria; usted puede encontrarse con él en cualquier lugar de este planeta. El viene a las personas y toca su vida de tres maneras: por medio de su poderosa Palabra, por medio del agua del bautismo, y por medio de la santa Cena del cuerpo y la sangre de Cristo.
El día de Pentecostés, que se narra en el capítulo 2 de Hechos, invierte el sentido del pacto. En lugar de "vayan a Jerusalén", el mandato y la comisión de la iglesia del Nuevo Testamento es "Id” “id y haced discípulos” (Mateo 28:19).Ahora, adoramos en espíritu y en verdad
El Nuevo Pacto ya no es lugar específico. Usted puede disfrutar de una visita a la tierra de Israel y a la antigua ciudad santa de Jerusalén, y espero que algún día lo pueda hacer, porque entenderá mucho mejor los acontecimientos de la Biblia, pero no tiene la obligación de hacer ese peregrinaje.
Jesús mismo le explicó esto a una mujer samaritana que al parecer quería iniciar una discusión sobre qué sitio en el antiguo Oriente Medio era el verdadero lugar para la adoración. Jesús le dijo: “la hora viene cuando ni en este monte [es decir, el monte Gerizim en Samaria] ni en Jerusalén adoraréis al Padre. . . . Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren” (Juan 4:21,24).
Dios ya no localiza su presencia por medio de una nube brillante de gloria; usted puede encontrarse con él en cualquier lugar de este planeta. El viene a las personas y toca su vida de tres maneras: por medio de su poderosa Palabra, por medio del agua del bautismo, y por medio de la santa Cena del cuerpo y la sangre de Cristo.
El día de Pentecostés, que se narra en el capítulo 2 de Hechos, invierte el sentido del pacto. En lugar de "vayan a Jerusalén", el mandato y la comisión de la iglesia del Nuevo Testamento es "Id” “id y haced discípulos” (Mateo 28:19).
El Nuevo Pacto ya no es lugar específico. Usted puede disfrutar de una visita a la tierra de Israel y a la antigua ciudad santa de Jerusalén, y espero que algún día lo pueda hacer, porque entenderá mucho mejor los acontecimientos de la Biblia, pero no tiene la obligación de hacer ese peregrinaje.
Jesús mismo le explicó esto a una mujer samaritana que al parecer quería iniciar una discusión sobre qué sitio en el antiguo Oriente Medio era el verdadero lugar para la adoración. Jesús le dijo: “la hora viene cuando ni en este monte [es decir, el monte Gerizim en Samaria] ni en Jerusalén adoraréis al Padre. . . . Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren” (Juan 4:21,24).
Dios ya no localiza su presencia por medio de una nube brillante de gloria; usted puede encontrarse con él en cualquier lugar de este planeta. El viene a las personas y toca su vida de tres maneras: por medio de su poderosa Palabra, por medio del agua del bautismo, y por medio de la santa Cena del cuerpo y la sangre de Cristo.
El día de Pentecostés, que se narra en el capítulo 2 de Hechos, invierte el sentido del pacto. En lugar de "vayan a Jerusalén", el mandato y la comisión de la iglesia del Nuevo Testamento es "Id” “id y haced discípulos” (Mateo 28:19).Ahora, adoramos en espíritu y en verdad
El Nuevo Pacto ya no es lugar específico. Usted puede disfrutar de una visita a la tierra de Israel y a la antigua ciudad santa de Jerusalén, y espero que algún día lo pueda hacer, porque entenderá mucho mejor los acontecimientos de la Biblia, pero no tiene la obligación de hacer ese peregrinaje.
Jesús mismo le explicó esto a una mujer samaritana que al parecer quería iniciar una discusión sobre qué sitio en el antiguo Oriente Medio era el verdadero lugar para la adoración. Jesús le dijo: “la hora viene cuando ni en este monte [es decir, el monte Gerizim en Samaria] ni en Jerusalén adoraréis al Padre. . . . Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren” (Juan 4:21,24).
Dios ya no localiza su presencia por medio de una nube brillante de gloria; usted puede encontrarse con él en cualquier lugar de este planeta. El viene a las personas y toca su vida de tres maneras: por medio de su poderosa Palabra, por medio del agua del bautismo, y por medio de la santa Cena del cuerpo y la sangre de Cristo.
El día de Pentecostés, que se narra en el capítulo 2 de Hechos, invierte el sentido del pacto. En lugar de "vayan a Jerusalén", el mandato y la comisión de la iglesia del Nuevo Testamento es "Id” “id y haced discípulos” (Mateo 28:19).
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura le ayudará a apreciar la presencia de Dios en los milenios pasados y le ayudará a entender cómo hoy en día se relaciona usted con los planes de él.
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Nos gustaría agradecer a Tiempo de Gracia por proveer este plan. Para más información, por favor visite: www.timeofgrace.org