Antiguo y NuevoMuestra

Ahora, usted puede comer de todo lo que Dios creó

Un buen número de religiones del mundo, incluso algunos grupos cristianos, tienen reglas y restricciones de alimentos hoy en día. El judaísmo les sigue ordenando estrictamente la dieta kosher a sus adherentes.

El capítulo 10 de Hechos narra una historia increíble sobre el levantamiento de las restricciones de alimentos kosher. Un pescador judío y un militar gentil descubrieron que eran hermanos y podían comer juntos. “[Pedro] sintió mucha hambre y quiso comer; pero mientras le preparaban algo le sobrevino un éxtasis: Vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra, en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres, reptiles y aves del cielo. Y le vino una voz: —Levántate, Pedro, mata y come. Entonces Pedro dijo: —Señor, no; porque ninguna cosa común o impura he comido jamás. Volvió la voz a él la segunda vez: —Lo que Dios limpió, no lo llames tú común” (Hechos 10:10-15).

El hecho de que Dios permita comer de todas las cosas no significa que lo ordena. En realidad, uno puede optar por omitir cosas de la dieta, como el alcohol o la carne roja. Dios ama también a los vegetarianos. Eso sí, no use la justificación religiosa para imponerles sus preferencias alimenticias a los demás. Y recuerde que debe ser moderado en la manera como ejerce su libertad cristiana. Usted no es libre de comer hasta ponerse obeso ni de beber hasta que se emborrache. Cuando coma y cuando beba, hágalo para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31).