¿Dónde están los otros nueve?Muestra
¿A dónde podían ir estos leprosos?
Los leprosos buscaban una frontera desolada; además de los diez, nueve eran judíos y uno era samaritano. En Samaria no los querían y en Galilea menos, su única opción era la frontera. Es como si en Estados unidos no quisieran unos ciudadanos y los enviaran al sur, y en México sufren el mismo rechazo, ¿a dónde se quedarían?; pues en el río, en el lugar más desierto de la frontera que ninguno de los países pueda reclamar. Ellos hicieron precisamente eso, vivían en la frontera.
Estos diez hombres gritaron: ¡Jesús, ten misericordia de nosotros! ¿Cómo sabían que era Jesús? Estos hombres tenían una condición terrible y sabían que Jesús ya había sanado a muchos de ese mal. ¿Cuál sería la mayor esperanza de ellos? ¡Conocer un día, al único que les podía dar una respuesta! ¡Y ese era Jesús!, pero ellos no podían ir a donde Él estaba, era imposible para ellos llegar a la civilización en donde Jesús se movía y enseñaba. Pero ese día, lo que para ellos era sorprendente y esperanzador, estaba sucediendo.
Escucharon que Jesús iba a cruzar la frontera entre Samaria y Galilea, era una oportunidad y podía ser la única de éstas personas, para poder solucionar el grave problema que tenían, y aspirar incluso, a regresar a la civilización. El que sanaba leprosos estaba cerca, y ese día podía hacer algo por ellos. ¡Sorprendente!, ¡Qué oportunidad! El único médico que tenía la solución para su enfermedad, estaba pasando por donde ellos vivían.
Seguramente se pusieron de acuerdo; hicieron un plan, estructuraron un coro, lo ensayaron y decía: ¡Jesús ten misericordia de nosotros! Un coro que nadie quería oír, que nadie hubiera contratado, pues era un coro de defectuosos, enfermos, con manos y pies deformes, que casi no podían caminar; pero que a pesar de ello, iban a cantar una canción que ellos necesitaban cantar, ¡Jesús ten misericordia de nosotros!
En Lucas 17, dice que cuando Jesús los vio, les dio la instrucción de ir a los sacerdotes para que siguieran el proceso de la ley y los declare sanos, ellos obedecieron inmediatamente; pero en tanto que se dirigían hacia allá, ya estaban limpios. ¿Qué que hizo Jesús? Escuchó su canción, ¿y los sanó en el instante?, ¡no!, no lo hizo así. Les dijo es que fueran a los sacerdotes. La ley decía, que para que una persona fuera declarada limpia y restituida a la sociedad, el sacerdote tenía que revisar a dicha persona; hacer un examen, analizar su piel, y certificar que estuvieran limpios. Solamente así, dichas personas podían reintegrarse a la sociedad.
Escrituras
Acerca de este Plan
El tema que quiero abordar en este devocional, es ¿dónde están los otros nueve?, ¿seré yo uno de los nueve? A qué me refiero, lo hago con respecto a un pasaje de la Escritura, en el cual nos vamos a ir adentrando en los próximos días. Se refiere a una historia que ocurrió en los tiempos en que Jesús, ejerció su ministerio en esta tierra.
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Gerardo Cárdenas, pastor de la iglesia El Centro Cristiano Alfa y Omega en Houston, y El Centro Woodlands en The Woodlands, Texas en convenio con El Centro Network. Si desea saber más de estas organizaciones, por favor visite http://www.enelcentro.org y http://www.elcentronetwork.com