Cómo librarme del dominio del pecadoMuestra

Conforme a la potencia de su gloria

El poder es «conforme a la potencia de su gloria», está en proporción a la oferta abundante de Dios, es de acuerdo a su medida, no la nuestra. Estamos facultados y fortalecidos por la extraordinaria grandeza de su poder con nosotros, los que creemos, según la acción de su fuerza poderosa. 

La paciencia, «hupomonen», que se traduce como tenacidad, se refiere a no tener cobardía ni desaliento, a seguir adelante, a la capacidad de seguir moviéndose bajo presión, a la perseverancia y continuación tenaz, como hacían los soldados durante la guerra cuando eran tentados a desertar.

La palabra longanimidad, «macrothumian», indica grandeza de corazón por la ausencia de ira, de venganza, de represalia; es resistir por largo tiempo y soportar en gran manera. Las dos palabras se juntan, frecuentemente, para complementarse una con la otra.

Paciencia o tenacidad, es la cualidad que lleva a una persona a ser perseverante para alcanzar una meta, aún ante la presencia de dificultades y tribulaciones. Provee motivación para resistir y servir a pesar de las ofensas y tensiones de la vida. La represalia es un instinto humano natural, pero la longanimidad hace a un lado la venganza, permitiendo al creyente aplicar sus energías a lo que es de mayor importancia y a esperar en Dios, que Él pagará a los hacedores de maldad.

En el texto, no se declara que el poder de Dios en las vidas de los colosenses, tuviera propósitos milagrosos, sino que era para beneficio espiritual. Aun cuando se llevan a cabo milagros por el poder de Dios, puesto que a todos los creyentes se les ha dado el poder para resistir al maligno y la maldad que están activos en el sistema mundano, la manifestación de su divino poder no se da únicamente en milagros y manifestaciones espectaculares, sino en toda perseverancia y paciencia, particularmente frente a la oposición, donde se revela el carácter y madurez de todos aquellos que están siendo formados en Cristo.

En la experiencia de muchos creyentes, vemos que se requiere más poder para frenar sus lenguas que para hablar en lenguas; se requiere más poder para transformar la mentalidad del pobre que echar fuera el demonio de pobreza ya que tal demonio no existe; se requiere más poder para mantener el gozo en las pruebas, que dar un grito de júbilo en nuestras reuniones; es por eso, que la potencia de su gloria que habla Pablo, apunta más a la madurez de carácter que a la manifestación del carisma.