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Conéctate a la fuente de tu fuerza

Todas hemos estado en esa situación – la batería de nuestro teléfono de repente entra en la zona roja, justo cuando está entrando una llamada importante. ¿Aguantará la batería?, o ¿se apagará y nos hará parecer poco profesionales? o ¿Indiferentes? o ¿Simplemente incapaces de coordinar el cuidado necesario para nuestros padres ancianos? 

Al fin, llegamos a un lugar donde vemos un cargador y un enchufe. Podemos respirar nuevamente, mientras continuamos con la conversación y la energía de la batería vuelve a la zona de carga normal.

Como mujeres, nuestras baterías disminuyen a niveles peligrosos con frecuencia. Quizá intentemos conectarnos a una fuente de poder superficial como una porción extra de expreso en nuestro café o salimos de compras. Tal vez dependemos de nuestras amigas para el aliento que nos hace sentir importantes y necesitadas. O buscamos que un novio llene nuestro deseo profundo de amor y afirmación.

Pero estas fuentes de energía no son suficientes. No logran recargar por completo nuestras baterías. Al final nos sentimos frustradas, agotadas, decepcionadas y hasta derrotadas.

Sólo hay una fuente de energía verdadera, y ésta no se encuentra en una cafetería. Se encuentra en ese momento en que venimos delante del Único que entiende cada detalle minucioso acerca de nosotras y que anhela dar poder a aquellas que reconocen que están cansadas y débiles delante de Él.

Tal vez tú sientes que necesitas una siesta, pero Él nunca llega a cansarse. Tal vez tú te sientes acobardada mientras buscas la forma de manejar una relación difícil, pero Él te da las fuerzas. Él provee guía y sabiduría y suple cada una de las necesidades de tu corazón. Su ‘recarga’ te sostendrá y te llenará. Pero he aquí la condición: Tú necesitas conectarte a Él.

Tal vez eso significa añadir más tiempo con Dios a tu agenda cada mañana o unirte a un estudio Bíblico para leer las Escrituras en una manera fresca. Tal vez significa escuchar una enseñanza en podcast mientras preparas la cena o acercarte a una amiga para rendir cuentas, quien te recordará de la única fuente verdadera de fuerza – Dios mismo.

Cualquier método que intentes, hará una diferencia dramática en tu vida. Quizá Dios no remueva las circunstancias que llenan tu día, pero sí te dará las fuerzas para caminar con Él a través de ellas.

Conéctate con Dios