Creciendo en nuestra fe a través de la ansiedadMuestra

Preguntas profundas guían a personas profundas 

¿Deseas ser una persona profunda? Tenemos una sociedad muy superficial que está a punto de la implosión. Estamos en modo de autodestrucción. No necesitamos más gente rica o más inteligente. No necesitamos más cantantes, ni predicadores o cualquier talento que se te ocurra. Este mundo necesita más gente profunda. Personas que transiten caminos profundos, hagan preguntas profundas y que respondan profundamente. No más superficialidad. Preguntas profundas desarrollan gente profunda.

Cuando nos encontramos en momentos de ansiedad y miedo, tenemos una oportunidad para profundizar en nuestro crecimiento espiritual. El autor del libro de Hebreos dice, que tenemos un ancla del alma que es firme y segura. Los anclajes pueden bajar a los lugares profundos que no vemos. Hay un puente cuando vas por el Río Niágara que tiene un gran señalamiento que hace dos preguntas: ¿Tienes un ancla? ¿Sabes cómo usarla? 

¿Tienes un ancla de profundidad en tu vida? La respuesta es Jesucristo. Él vino del cielo para morir por tus pecados. No es tu fuerza de voluntad, dinero, talento o conocimiento lo que te salva. Son las buenas noticias del Evangelio. Él vive dentro de ti y puede salvar tu alma. Puedes poner tus pecados sobre Él y a cambio, Él te dará su justicia y perdón. Puedes caminar y vivir en mayor profundidad a través de Él.

Muchos de los creyentes tienen a Jesús como su ancla, pero no saben cómo usarla. Aprendamos a ver la ansiedad y el miedo como un lugar para un profundizar en nuestro crecimiento espiritual. 

Hay tres cosas que puedes hacer

1. Derrama tu corazón ante Él. Hay un salmo que escribió David acerca de derramar nuestro corazón y confiar en Él en todo momento. Se honesto con Dios. Su Palabra dice que Él es nuestro refugio. La mañana llegará.
2. Siente esos sentimientos. El libro de Salmos es acerca de  sentimientos. David, en tiempos de miedo, escribía sobre sus sentimientos. No tienes que pensar que hay otros que están peor que tú para estar agradecido por la comida en tu mesa o el techo sobre tu cabeza. Está bien sentir las emociones que estás sintiendo. 
3. Procesa las cosas de manera progresiva. No solo te preocupes por algo una y otra      vez. Haz algo al respecto. Pregúntate qué te está estresando, y cómo puedes      seguir adelante. Escribe tus pensamientos en un diario. Llevar un diario puede ayudar a procesar las cosas progresivamente. Al igual que David clamaba a Dios en sus Salmos, escribe tus oraciones. Dile a Dios que lo necesitas. Hay canciones que tienen la letra exacta que necesitas escuchar para salir adelante del problema. Hay problemas que requieren una entrega total a Dios para poder seguir adelante.